| 28 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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na madrileña, compungida tras la eliminación de Madrid en favor de Tokio 2020
na madrileña, compungida tras la eliminación de Madrid en favor de Tokio 2020

Madrid 32, ¿Juegos Olímpicos?

El sueño olímpico de Madrid está enterrado, pero no muerto. La falta de candidatos a medio plazo resucita levemente una fecha: 2032, la primera disponible tras Tokio y, tal vez, París y LA.

| Marco Ballesteros Opinión

En 2032, habrá pasado 40 años de los únicos Juegos Olímpicos celebrados en España, los míticos de Barcelona en 1992. Y es una fecha que está libre: Tokio 2020 y, a falta de decisión oficial que podría anunciarse a la vez, París 2024 y Los Ángeles 2028; prenderán la llama en sus pebeteros si nada falla.

La injusticia pesa

Pero nadie más se propone para la siguiente edición, lo que ha estimulado la 'candidatura' de Madrid, sumida en una depresión tras sus intentonas fallidas, de manera injusta a decir de los especialistas, y desbordado en general el movimiento olímpico español por la crisis económica.

Escepticismo

No es un cualquiera, sin embargo, el que sostiene que, por qué no, para 2032 puede asaltarse de nuevo el reto: Jaime Lissavetezky, exsecretario de Estado de Deporte, luego portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid y ahora presidente de la Fundación Activa España, es el primero que habla de ello públicamente, con toda la cautela, pero sin cerrar la puerta.

"No se ha podido hacer, pero seguro que Madrid tendrá unos Juegos, la duda es si los voy a ver", afirmó esta semana en los 'Desayunos Deportivos' de Europa Press, patrocinados por Repsol, Loterías y Apuestas del Estado y Liberbank.

Los logos de las dos candidaturas frustradas en Madrid, derrotada por Río y Tokio

 

En tono más serio, el exsecretario de Estado para el Deporte tiene dudas de que pudiese ser para 2032, pero no cierra la puerta y señala cuál podría ser el factor determinante. "No sé, tendrían que cambiar una serie de circunstancias estructurales, que lo quiera realmente la población", expresó.

"Tienen que darse condiciones importantes, que exista el apoyo de la ciudad y que los Juegos estén dentro de sus objetivos, pero no tenemos que empeñarnos en que sean ya", prosiguió Lissavetzky, buen conocedor del mocimiento olímpico y de los cambios que ha experimentado en estos años.

Pocos aspirantes

El dirigente recordó que el Movimiento Olímpico "también ha cambiado muchas cosas". "Siempre sacábamos la nota más alta o una de las más altas y luego no salías, ¿para qué valían?. No es un sistema seguro ni predecible, pero el COI ha bajado el pistón y el gasto, ahora sólo hay dos candidatas (París y Los Angeles para 2024 y 2028) y las demás se han borrado. Creo que está cambiando el modelo", opinó.

París y Los Ángeles sucederán seguro a Tokio, pero la siguiente edición no tiene ni siquiera aspirantes

En realidad, nadie en Madrid tiene en la agenda el desafío olímpico, enterrado por Río de Janeiro y por Tokio. La imagen de esa renuncia es la tranformación de La Peineta en el nuevo estadio de fútbol del Atlético de Madrid; el escaso uso del pabellón Madrid Arena, donde apenas destaca el torneo Mutua de tenis y, sobre todo, el enfriamiento de los propios madrileños, ajenos ya por completo a aquel sueño que con Gallardón o Botella sí tuvo grandes apoyos.

Hoy nadie piensa en eso y, según fuentes municipales, no existe ni el más mínimo plan al respecto en el equipo de Gobierno de Manuela Carmena, centrado en otras áreas y con muy pocas ganas de empeñar recursos económicos y tiempo en un plan olímpico por el que nadie pregunta.

Burbuja olímpica

¿Verá Madrid algún día su Olimpiada? En julio se decidirán oficialmente las sedes de 2024 y 2028, con una peculiaridad sin precedentes: tanto París como Los Ángeles querían la primera de las dos citas, y el Comité Olímpico Internacional ha tenido que poner toda la carne en el asador para convencer a la ciudad angelina, sede ya en 1984, de que acepte la segunda de las fechas. No había muchos más aspirantes, algo inusual que evidencia el pinchazo de la burbuja olímpica.

Antes había tortas por albergar unos Juegos, pero el coste, la frustración y el largo tiempo de preparación son demasiado altos para casi cualquiera. Quizá para 2032, más que cruzar los dedos por Madrid, haya que ver cómo el mismo COI que despreció por dos veces la candidatura madrileña hace un gran esfuerzo por convencerla de que, esta vez sí, los Juegos pueden ser suyos. Aunque nadie ya lo espere ni lo reclame.