La firma familiar catalana Puig debuta en la Bolsa de Barcelona, marcando un hito en su trayectoria de 110 años.
Hoy viernes 3 de mayo de 2024, la empresa familiar catalana Puig ha dado un paso trascendental al debutar en la Bolsa de Barcelona, marcando un hito en su historia de 110 años. Esta decisión, que valoró a la compañía en 13.900 millones de euros, representó la mayor salida a bolsa en Europa ese año.
La salida de la multinacional Puig es la mayor de una empresa catalana desde el salto de Cellnex en el 2015 https://t.co/wlzzHbYMqE
— VIA Empresa ES (@VIAEmpresa_es) 3 de mayo de 2024
Puig trazó una estrategia de crecimiento a largo plazo, invirtiendo en la adquisición selectiva de marcas prestigiosas desde 2011, con un enfoque en expandir sus marcas premium, fortalecer su presencia en Asia y explorar nuevas oportunidades de negocio.
El tan esperado momento ha llegado para Puig, la empresa multinacional de perfumería con sede en Barcelona , que ha decidido dar el salto al mercado bursátil. Con un valor de salida de 14.000 millones de euros, la noticia sacude los cimientos financieros españoles, marcando un hito en la historia de la compañía.
Desde su fundación en 1914 por Antonio Puig Castelló en Barcelona, Puig ha dejado una marca indeleble en los sectores de la moda y los perfumes.
La esencia de empresa familiar sigue siendo su sello distintivo, con la gestión aún en manos de la familia Puig. Bajo reconocidas marcas como Nina Ricci, Carolina Herrera y Paco Rabanne , Puig ha conquistado mercados tanto nacionales como internacionales.
Con el mercado ansioso por nuevas oportunidades de inversión, Puig se prepara meticulosamente para su debut en bolsa. Marc Puig, presidente ejecutivo de la compañía, encabeza este paso crucial en la historia de la empresa. El precio de salida se fija en 24,5 euros por acción, lo que implica una capitalización inicial cercana a los 14.000 millones de euros.
La #Bolsa de Barcelona se prepara para la mayor salida al mercado en lo que va de año:
– BME (@BolsaBME) 3 de mayo de 2024
Puig 🔔
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El proceso de colocación de acciones avanza sin contratiempos, con una demanda que supera las expectativas desde el primer día. La alta aceptación por parte de los inversores refleja la confianza en el potencial futuro de Puig en los mercados financieros.
La mañana del viernes 3 de mayo, en la Bolsa de Barcelona se llenó de expectación y emoción. A las 11:15 en punto, Puig hace su entrada oficial en el mundo bursátil. Marc Puig, en su papel de presidente ejecutivo, lidera este momento trascendental para la empresa y sus accionistas.
Para Marc Puig, este hito marca un nuevo comienzo en los 110 años de historia de Puig, una historia marcada por la innovación y el crecimiento continuo. La empresa aspira a alcanzar una facturación de 5.000 millones de euros este mismo año, consolidando su posición en el mercado internacional.
La operación en bolsa incluye la colocación de nuevas acciones, así como la venta de títulos ya existentes para cubrir la demanda. Este logro consolida a Puig como un jugador clave en el mercado financiero, demostrando su fortaleza y su visión de futuro sin comprometer la precisión de los datos.
Durante el debut en bolsa de la empresa Puig, su presidente ejecutivo, Marc Puig, pronunció un emotivo discurso emocio nal. Destacó el cambio significativo al pasar de ser una empresa privada a cotizar en bolsa. Puig expresó su compromiso con una visión a largo plazo y la importancia de la unidad familiar en este nuevo capítulo.
La participación accionarial de Puig experimentó cambios con su entrada en bolsa . Se colocaron a la venta acciones que representaban el 25% de los derechos económicos y el 7,5% de los derechos políticos, mientras que la familia fundadora conservaba el 71% del capital. Además, Criteria , el holding inversor de La Caixa , adquirió un 3% de la empresa.
El debut de Puig en bolsa superó las expectativas, siendo uno de los más exitosos en España. Con más de 110 años de historia como empresa familiar, el paso a cotizar en bolsa marcó un hito significativo. Sin embargo, la estructura accionarial permitió que la familia Puig mantuviera el control mayoritario de la empresa.
La estructura de acciones diseñada para la operación garantizó que los Puig retuvieron el 71,7% de los derechos económicos y el 92,5% de los derechos de voto. Esta estrategia de blindaje se basó en la emisión de clase A, controlada por la familia, otorgando cinco derechos de voto cada una, en contraposición a las acciones de clase B que adquirieron los nuevos inversores, con solo un voto cada una.
Se estableció un requisito mínimo de acciones para tener voz en las juntas, asegurando así el control familiar.
A pesar de la estructura de acciones poco convencional y la decisión de no repartir dividendos hasta 2025 , el interés de los inversores fue significativo. La sobredemanda anticipó un estreno exitoso en el mercado de valores.
$PUIG es la compañía con mejor control interno que he conocido hasta la fecha.
— Rubén González (@RubenGlezAmoedo) 3 de mayo de 2024
Un gesto por parte de Marc Puig de que el toque de campana haya sido en la Bolsa de BCN y no en Madrid.
Equity de calidad que perfectamente podría cotizar a un EV/EBITDA 2024e de 20x como L'Oréal. pic.twitter.com/ODVwHUvQX1
Puig se perfiló como una sólida incorporación al mercado, con una capitalización inicial de 14.000 millones de euros, situándose entre empresas de la talla de Endesa y ACS, y como un posible candidato para integrar el Ibex 35.
La esencia de Puig, arraigada en su legado familiar, se fusionó con una visión global que apuntaba hacia la excelencia. Al dar el salto al parque, Puig no solo aspiraba a expandirse en el mercado internacional de la belleza , sino también a mantener un equilibrio entre su identidad familiar y las demandas del mercado.
Competir con gigantes del sector, como The Estée Lauder Companies, L'Oreal, Coty, e Interparfums, era uno de los desafíos que Puig enfrentaría en su nueva etapa bursátil.
Puig trazó una estrategia de crecimiento a largo plazo, respaldada por la adquisición selectiva de marcas prestigiosas. Desde 2011, la empresa había invertido más de 2.500 millones de euros en adquisiciones estratégicas, como Dr. Barbara Sturm, Byredo y Charlotte Tilbury, entre otras.
Este enfoque se mantendría en el futuro, con la intención de expandir sus marcas premium, fortalecer su presencia en el mercado asiático y explorar nuevas oportunidades de negocio.
Como preludio a su debut bursátil, Puig anunció una renovación en su identidad corporativa , destacando su legado y mirando hacia el futuro con entusiasmo .
El cambio de logotipo, descrito como un homenaje a la creatividad y los valores de la empresa, simbolizaba la transición hacia una nueva era de innovación y crecimiento.
Esta renovación, revelada un día antes de su entrada en la Bolsa, subrayaba el compromiso de Puig con la excelencia y su determinación de ser un referente en la industria de la belleza.
En resumen, el debut en la Bolsa de Barcelona no solo marcó el inicio de una nueva fase para Puig, sino que también representó el potencial ilimitado de una empresa con una larga historia y una visión audaz.
Con una valoración inicial de 13.900 millones de euros, Puig se posicionó como un actor destacado en el escenario bursátil europeo , demostrando su capacidad para adaptarse y prosperar en un entorno competitivo. Si te ha gustado el artículo compártelo en tus redes sociales y déjanos un comentario con tu opinión.