La elaboración del hojaldre serviría para una clase de ciencias: el vapor de agua de la mantequilla hace que la masa se eleve, y la mantequilla a su vez impide que las láminas se peguen.
La historia de Claude Gellée, es una de las teorías populares sobre la invención del hojaldre, fusiona mito e historia. Claude Gelée (Claudio de Lorena)., fue un famoso pintor del siglo XVII, siendo joven trabajó como pastelero y parece fue durante esta época cuando creo la masa de hojaldre .
Quería hacer un pan especial para su padre que estaba enfermo y cuya dieta se limitaba a alimentos a base de pan y mantequilla. Tuvo la idea de doblar la masa de pan varias veces sobre una capa de mantequilla. Al contrario de lo que pensaba la masa empezó a hincarse y aclararse y surgió el hojaldre.
El hojaldre, posiblemente, representa uno de los logros más sorprendentes en el ámbito culinario. Esta masa mágica no solo tiene un sabor delicioso, sino que también se eleva mientras se vuelve notablemente ligera.
Su elaboración, sin embargo, no es tarea sencilla, ya que implica aplicar y plegar capas de mantequilla repetidamente, un proceso meticuloso y laborioso.
El hojaldre, ese delicado manjar que deleita paladares desde tiempos inmemoriales, tiene sus raíces en la antigua civilización griega , hace dos o tres mil años. Aunque el velo del tiempo difumina exactamente sus orígenes. En aquel entonces, era una preparación sencilla, unos panqueques finos y crujientes dispuestos uno sobre otro, separados por una fina capa de crema.
La historia del hojaldre se teje a través de los hilos del tiempo y las culturas. Desde la antigua Grecia, esta delicia fue adoptada por los romanos durante sus conquistas, difundiéndose por todo su vasto imperio hasta llegar a Bizancio, rebautizada Constantinopla .
Fue aquí donde los árabes, conquistadores de estas tierras, lo acogieron y extendieron por las tierras que dominaron. De este modo, en el siglo IX, el hojaldre llegó a España y al suroeste de Francia, dando origen a descendientes culinarios como los pastis, croustades y pastillas.
Dos siglos más tarde, otra corriente del hojaldre, proveniente del Medio Oriente, tomó un camino distinto. Los cruzados lo llevaron consigo a Francia, mientras que los turcos lo introdujeron en Austria durante sus invasiones.
El conocimiento de las técnicas para elaborar hojaldre se transmitió oralmente a lo largo de los siglos. Hasta que, en 1604, se registró por primera vez por escrito en "L'Ouverture de Cuisine" de Lancelot de Casteau, maestro de cocina de los príncipes de Lieja.
Aquí, se menciona por primera vez el hojaldre obtenido no apilando láminas de masa, sino doblando un trozo de la misma . Este método, titulado “Para hacer pastèz d'Espagne fueiltéz” , se refiere a su uso en la elaboración de pasteles.
En la historia del hojaldre, se entrelazan mitos y realidade s. Se dice que Claude Gellée, también conocido como Le Lorrain (1600 - 1682), pintor de renombre, nacido en Champaña, fue el inventor del proceso de encerrar mantequilla en la masa.
Se cuenta que, siendo aprendido de panadero a la temprana edad de 12 años, intentó crear un pan especial para su padre enfermo . Tras varios intentos fallidos, descubrió que al doblar la masa sobre una capa de mantequilla, obtuvo un pan esponjoso con múltiples capas en su interior, dando lugar al hojaldre rápido , también conocido como hojaldre holandés.
Aunque la historia oficial lo sitúa como un pintor exitoso, la leyenda sugiere que Gellée continuó su carrera como pastelero , perfeccionando la receta del hojaldre y cosechando éxito en París y Florencia. A pesar de que esta versión es refutada por algunos historiadores, su legado en la historia del hojaldre persiste.
Las técnicas de elaboración del hojaldre evolucionaron con el tiempo, alcanzando su cúspide en manos de maestros pasteleros franceses como Antonin Carême.
En el siglo XVII, se encuentran recetas detalladas en los libros de La Varenne, colocando una capa de mantequilla sobre una masa de harina de trigo y doblando la masa repetidamente para encerrar la mantequilla en su interior.
La técnica del torneado, refinada por el Sr. Feuillet y perfeccionada por Carême, consiste en extender, doblar y girar la masa varias veces , creando 730 láminas de témpera intercaladas con 729 láminas de mantequilla. Este meticuloso proceso, conocido como las "5 vueltas", produce un hojaldre ligero y esponjoso, con capas perfectamente separadas.
En la cocción , el vapor de agua contenido en la mantequilla hace que la masa se eleve , mientras que la mantequilla se derrita, evitando que las láminas de masa se peguen .
Este delicado equilibrio entre la masa y la mantequilla es el secreto detrás de la perfección del hojaldre , una obra maestra de la gastronomía francesa que perdura en el tiempo, deleitando generaciones con su exquisita textura y sabor.
El hojaldre, a pesar de su apariencia liviana , es en realidad una combinación de ingredientes ricos en calorías , principalmente harina y mantequilla. Aquí te presento los valores nutricionales por cada ración de 100 gramos:
Descubra cómo preparar un delicioso hojaldre relleno de jamón y queso, una receta sencilla que deleitará su paladar.
En definitiva, la historia del hojaldre, desde sus humildes comienzos en la antigua Greci a hasta su apogeo en manos de los pasteleros franceses , es un testimonio de la creatividad humana y la búsqueda incansable de la perfección culinaria.
Esta receta de hojaldre relleno de jamón y queso promete convertirse en una favorita para aquellos que buscan una opción fácil, rápida y deliciosa para cualquier ocasión. Si te ha gustado el artículo compártelo en tus redes sociales y déjanos un comentario con tu opinión.