El Rey incomoda: Rajoy no quiere que Felipe VI se entrometa en su nuevo plan

Cien días después de la partida de ajedrez que comenzó el 21 de diciembre, las piezas de PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos parecen atornilladas al tablero. La reanudación de los contactos entre Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias, con Mariano Rajoy a la espera de su turno cuando el socialista queme sus últimas naves, no han variado ni un ápice la sensación de que España está abocada a unas nuevas elecciones el 26 de junio.

Sin embargo, dice el calendario que aún queda un mes de agonía política hasta que el 3 de mayo se disuelvan las Cortes. Con este panorama tan poco alentador, desde hace días hay una corriente de opinión que aboga por no tirar el mes de abril por la borda y convocar ya los comicios, sin esperar a la hora bruja mientras el país continúa con un Gobierno en funciones que se resiste a someterse al control del Parlamento.

Pero como adelantar un mes el desenlace no parece una opción factible, a la vuelta de la Semana Santa las miradas de nuevo se dirigen a Felipe VI, que este martes reanudó su agenda con una visita al centro de formación de la Armada Antonio de Escaño, en Ferrol.

¿Convocará el Rey en abril una tercera ronda de contactos? No parece por ahora, y ni Rajoy ni Sánchez quieren

Hace ya más de tres semanas que el jefe del Estado comunicó al presidente del Congreso, Paxti López, su decisión de no iniciar una tercera ronda de consultas tras la investidura fallida de Sánchez. En aquel comunicado la Casa Real especificaba: "Por el momento". Pasado un tiempo prudencial y enfilando el mes de abril, ¿convocará el Rey a los portavoces de los partidos? Sigue sin ser probable por ahora, y además ni Rajoy ni Sánchez quieren. Especialmente el primero.   

Según ha podido constatar este periódico, Rajoy huye de la idea de una nueva ronda de consultas. El líder de los populares ya se ha hecho a la idea de que el PSOE no le regalará una abstención ni siquiera in extremis, y que por tanto tendrá que ir a nuevas elecciones. Lo que no quiere es antes pasar por el trago de sentarse delante de Felipe VI y comunicarle por tercera vez que no ha logrado apoyos.

Como ya desveló ESdiario a principios de febrero, las relaciones entre el popular y el Rey se han enfriado desde que el primero rechazó el encargo de intentar formar gobierno. Especialmente a raíz de que en segunda vuelta Don Felipe se decantara por Sánchez en vez de no proponer a ningún candidato. A tal punto llegó el rifirrafe que Zarzuela llegó a llamar a capítulo a La Moncloa molesta por las filtraciones sobre tal distanciamiento. Más que evidente por otra parte. 

El último esquema mental del equipo de Rajoy, más optimista ahora que hace unas semanas, pasa por lo siguiente: habrá nuevas elecciones con Rajoy como candidato y volverá a ganarlas, porque el PP -dicen- tiene detrás a seis millones y medio de españoles que siempre votan y votarán al partido pase lo que pase. Ante el escenario de un candidato que habría recibido dos veces el respaldo de las urnas, ¿quién podría negarle su legitimidad para gobernar? Nadie.

Claro que en esa hoja de ruta del presidente en funciones no entra Felipe VI.