Montero defiende a Bildu y no condena los 44 etarras que llevan en sus listas

EH Bildu y sus listas en el País Vasco para el próximo 28 de mayo, de las que forman parte 44 condenados por pertenecer a ETA y siete de ellos con delitos de sangre, ha sido uno de los temas de este miércoles de sesión de control en el Congreso de los Diputados, siendo una pregunta obligada para los diferentes representantes políticos. La gran mayoría de ellos, como es lógico, han mostrado su desacuerdo. La que no lo ha hecho ha sido la ministra de Igualdad, Irene Montero, que ha defendido a la formación filoetarra que dirige Arnaldo Otegi.

En un primer momento, la reacción de Montero ante la pregunta ha sido no entrar en valoraciones, pero acto seguido ha añadido que se trata de un partido democrático y por lo tanto elige a los candidatos que ellos consideran oportunos.

Irene Montero: “Bildu es un partido democrático que elige sus listas por los procedimientos que ellos consideran oportunos”. pic.twitter.com/Fe8BlfUhVH

— Wall Street Wolverine (@wallstwolverine) May 10, 2023

Irene Montero asegura que con el "máximo respeto a la legalidad y a la ley electoral" cada partido es libre de tomar sus decisiones. Por lo tanto a la encargada de Igualdad prefiere no condenar que puedan ostentar cargos públicos asesinos condenados por matar inocentes a sangre fría. Parece ser que por primera vez coincide en algo con Pedro Sánchez, especialista en blanquear a sus socios de Bildu.

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Patxi López sí que muestra su disconformidad

El portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Patxi López

Por otro lado, al no querer reconocer de forma abierta algo que él y todo el mundo sabe, Sánchez intenta camuflar y esconder este blanqueamiento a los herederos del terrorismo lo máximo posible.

Sin embargo a veces parece inevitable hacerlo. Ha sido el caso de Patxi López, portavoz en el Congreso del PSOE y ex lehendakari, que ha asegurado en los pasillos del edificio que "no le gusta nada" que Bildu presente a 44 condenados por terrorismo en sus listas. Normal teniendo en cuenta que, por ejemplo, ETA asesinó a su compañero Isaías Carrasco en 2008. Todo esto deja bien a las claras la hipocresía de su jefe, que es capaz de todo por mantenerse en el poder pactando con los herederos de la banda terrorista.