Diego Torres descarta a la Infanta y va directo por el Rey Juan Carlos

El juicio que se celebra en Palma por el Caso Nóos se reanudó este martes con la declaración del exsocio de Iñaki Urdangarin al frente del Instituto Nóos, Diego Torres, que negó que la Infanta Cristina fuera usada como "escudo fiscal", alegando que las cuentas eran supervisadas por la Casa Real y altos funcionarios de Hacienda.

Torres negó también el origen fraudulento de los fondos que transfirió a varias cuentas de Luxemburgo y que, presuntamente procedían de las actividades ilegales que urdió, junto al exduque de Palma, para apoderarse de más de seis millones de euros de las Administraciones públicas.

Torres descargó toda la responsabilidad en su cuñado Miguel Tejeiro y sobre la Casa Real y aseguró que había reuniones habituales entre ambas partes. Concretamente, aseguró que Tejeiro se reunía mensualmente con José Manuel Romero, conde de Fontao, asesor de la Casa Real y en junio con un alto funcionario de Hacienda que supervisaba las cuentas. En este sentido, insistió en negar que la hermana del Rey se usara como "escudo fiscal"."Jamás he podido pensar que nada de esto no podía estar bien", apuntó ante el tribunal: "Ahí están las facturas de las comidas entre Tejeiro y Romero que lo demuestran".

En un duro interrogatorio, el fiscal anticorrupción Pedro Horrach le exhibió numerosos documentos relativos a las transferencias efectuadas desde empresas ubicadas en el extranjero que habrían servido para ocultar el origen de dinero irregular, tras lo que Torres se desvinculó de estas mercantiles justificando que "la única persona que a lo largo de mi vida se ha encargado de las cuestiones financieras y ha elegido bancos ha sido Miguel Tejeiro. Yo firmé los papeles que me pusieron delante".

"¿Entonces Tejeiro se lo coló?", le inquirió Horrach, a lo que subrayó que tenía "plena confianza" en su cuñado. Cabe recordar que al inicio del juicio del Caso Nóos a Miguel Tejeiro le fueron retiradas las acusaciones que pesaban sobre él y, por tanto, será interrogado más adelante como testigo. "Dudo que haya algo de esto que no sea correcto. Empezaría a elucubrar sobre cosas que no conozco", espetó Torres.

Al ser preguntado sobre la transferencia de 335.261 euros -supuestamente de origen ilícito- que ordenó, el 23 de noviembre de 2009, desde una cuenta que había abierto anteriormente en Andorra a otra de Luxemburgo, justificó que se trataba de ahorros de "los años 90 que decidí traspasar a un lugar financieramente más seguro, de la UE y que no fuese un paraíso fiscal".