| 10 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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Una clienta en la sección de aceites de un supermercado.
Una clienta en la sección de aceites de un supermercado.

Sánchez también elige a Marruecos en el tema del aceite y agricultores estallan

El Gobierno incentiva el cultivo de olivos en tierras marroquíes mientras en España se viven las peores cosechas en años, lo que está afectando al bolsillo de agricultores y consumidores.

| Raúl Puente España

El aceite se ha convertido más que nunca en oro líquido. En los supermercados, su precio no deja de subir (más del 80% respecto a 2.022) mientras que en el campo, los agricultores cada vez perciben menos por lo que se cosecha. Todos salen perdiendo. Y no tiene visos de mejorar. Después de una mala cosecha el calor extremo podría afectar, con casi toda seguridad, a la siguiente. 

Mientras tanto, los agricultores tienen que ver cómo el Gobierno de Pedro Sánchez destina una gran partida de dinero hacia Marruecos, lugar de vacaciones del presidente del Gobierno y uno de los principales competidores de nuestro aceite.Y es que las tierras marroquíes son de las pocas del mundo con capacidad para el desarrollo del olivar.

Así lo han denunciado desde Asaja, concretamente desde su sección en Alicante, donde su presidente José Vicente Andreu ha recordado que mientras todo esto se estaba gestando a finales del año pasado y se preveía lo que podía suceder, en vez de tomar cartas en el asunto e invertir más dinero en nuestro país, el Ejecutivo socialista decidió inyectar 115 millones de euros a la agricultura en Marruecos. Una cifra que serviría para plantar más de 600.000 nuevos olivos en suelo de nuestro vecino del norte de África.

Imagen de un olivar en Almería.

Todo ello con España perdiendo potencial como principal exportador de aceite de oliva del mundo. Y es que, tal y como también ha asegurado el presidente alicantino de la organización agraria más importante de España, en los últimos tiempos “hemos pasado de representar un 40% de la producción mundial de aceite de oliva a algo más del 21%”.

 

Cada vez menos stock… y más gasto para nuestros agricultores

Solo una temporada de otoño muy lluviosa puede salvar la situación de la próxima cosecha. El stock cada vez es menor y eso repercute en los precios. Todo esto mientras los agricultores se quejan de que tienen que pagar más por producir el aceite, es decir, suben los costes, pero no ven una subida en lo que les pagan por ello. La pescadilla que se muerde la cola: te cuesta más producirlo y recibes la misma o menos recompensa por ello.

Así lo explica Asaja en un comunicado de este viernes: “La subida de precios en el lineal del supermercado se debe a que la producción ha descendido en todo el país de forma generalizada y hay falta de stock, sin embargo, no mejora la rentabilidad del agricultor”.

Sección del aceite de oliva en un supermercado de Madrid.

Por todo ello, los agricultores de nuestro país inciden en la importancia de concienciar a los consumidores sobre la calidad del aceite de oliva virgen extra y que revisen las etiquetas para comprar producto nacional. También apuntan a que la fecha de consumo preferible puede dar pistas de sí es por ejemplo aceite filtrado: “Cuando está filtrado, se puede llegar a conservar en buenas condiciones hasta 36 meses; pero a partir de los 9-12 meses las propiedades organolépticas del oro líquido empiezan a decaer”, informan en esa nota de prensa desde la organización.