| 10 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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Pedro Sánchez frente a Alberto Núñez Feijóo en el 'cara a cara' de Atresmedia
Pedro Sánchez frente a Alberto Núñez Feijóo en el 'cara a cara' de Atresmedia

Los ánimos crecen en el PP: los de Feijóo ven muy difícil un Gobierno de Sánchez

Tras el varapalo vivido en Génova 13 en el 23J al no alcanzar las expectativas electorales, el equipo de Feijóo ya trabaja en nuevas estrategias para frenar a Pedro Sánchez.

| Hugo Pereira España

"¿Pero tú ves factible un Gobierno estable de Pedro Sánchez?", con este interrogante responde una persona de la máxima confianza de Feijóo a ESdiario al ser cuestionada por la posible investidura fallida de su líder. El desánimo popular, si cabe shock, con la lejanía del sorpresivo 23J y la consecución del diputado 137 gracias al voto CERA, se funde en una ferviente vitalidad al contemplar a un Pedro Sánchez atado a los designios de Junts y el incuestionable poder de control que el PP ha acumulado. 

Desde una objetiva perspectiva, y a pesar de no haber cumplido ni sus peores pronósticos, el éxito del PP, y  por extensión de Feijóo, es incuestionable. Es el partido que controla el mayor número de diputaciones, el que gobierna en el mayor número de autonomías, el que ostenta más alcaldes por toda España, además de haber alcanzado mayoría absoluta en el Senado y ser la primera fuerza en el Congreso con 16 diputados de diferencia con respecto al PSOE, recuerdan desde el Partido Popular. Ergo, si Pedro Sánchez consiguiera volver a gobernar, el PP "podrá ejercer un férreo control sobre él y sus socios", sentencian desde Génova.

 

Una cuestión de "responsabilidad"

Ante una hipotética investidura satisfactoria de Pedro Sánchez, desde el entorno del presidente del PP lo dejan claro: "No se puede investir a Sánchez y al día siguiente estar en un bloqueo de gobernabilidad". La solución la ven clara desde Génova y por ella van a luchar hasta el final: "Un gobierno del PP es lo único que puede garantizar la estabilidad de España". 

Pero en el PP no son ilusos. La fórmula que explorarán cuando Pedro Sánchez decida -tras las vacaciones- reunirse con el partido que ganó las elecciones, y ante la negativa del PNV a entablar negociaciones, será una la abstención del PSOE. La abstención, en suma, de Pedro Sánchez. Algo que se asemeja, sin embargo, entre muy difícil e imposible. 

"Esto es una cuestión de responsabilidad política", subraya la popular consultada por ESdiario. Y a la afirmación de que Pedro Sánchez no destaca por ser responsable, responde categóricamente: "Pues Sánchez debe empezar a serlo". 

Consigan o no esa abstención socialista, desde el PP comprueban con optimismo el que Sánchez no solo tenga difícil sacar adelante su investidura sino que, y sobre todo, engrasar un Gobierno que pasaría a pender de tan radicales socios y del férreo control que el PP ejercerá. La aritmética no le es, para nada, favorable a sus intereses. Y, tal y como avanzamos en este periódico, de conseguir el PP la presidencia de la Mesa del Congreso -una prioridad popular a corto plazo- el gobernar bajo Real Decreto ya no será una opción para Pedro Sánchez. El desgaste del sanchismo será inevitable.

La nueva estrategia del PP: batalla por el relato

La pérdida de poder que ha sufrido Pedro Sánchez "le debería hacer recapacitar porque, de llegar al Gobierno, le espera una legislatura muy dura", incide otra fuente consultada por ESdiario que mora los despachos de Génova.

Si el PP no consigue la abstención del PSOE, los populares habrán ganado parte de un relato que podrán explotar en el supuesto de repetición electoral. "Los radicalismos se han visto desplazados frente a la concentración del voto en el PP y el PSOE, si Sánchez no acepta la abstención demostrará que se alinea sin pudor con los radicalismos", explica la fuente consultada  a este periódico. "El grosso del electorado demostró querer un pacto de gobernabilidad entre los dos grandes partidos que garantice la estabilidad y arrincone a los extremos", añade.

Y ese, no otro, era el objetivo de la carta que Feijóo le envió a Sánchez. Demostrar que el PP pugna por un acuerdo que recuerde a las alternancias que antaño ocurrían en España sin cuestionamiento alguno: el partido que ganaba los comicios, bien el PP o bien PSOE, era el que gobernaba. Se garantizaba, así, la estabilidad de España frente al bloqueo ideológico. Ambos grandes partidos tenían miras de Estado :"Sánchez solo piensa en su propio bienestar, no en el del conjunto de los españoles", subrayan desde el PP. Y ese es el relato que explotarán de ahora en adelante.

 

Y no solo un cambio del relato frente a Sánchez. También frente a Vox. Y sin necesidad de ataques directos, la mera descripción de la realidad ocurrida en el 23J ya les basta a los populares. "Si hay una repetición electoral y nos vuelven a preguntar si pactaremos con Vox, ahora la respuesta es sencilla y no dejará lugar a dudas" y es que "el 23J nos ha dejado un incuestionable ejemplo: o se vota masivamente al PP o no se suma con Vox", explican desde Génova a ESdiario. O dicho en otras palabras, "plantear un pacto entre PP y Vox se mostrará como un absurdo al tener un sistema electoral que castiga la fragmentación de los bloques". Apelando, así, al "ejemplo que nos dejó el 23J", el PP tratará de movilizar al máximo el voto útil hacia el PP al tiempo que mitiga cualquier posibilidad de Gobierno de coalición con Vox. "La estrategia es incidir en que la suma PP y Vox no da, no dan los números, o es PP o es Pedro Sánchez con el resto de sus socios radicales", recalca la fuente consultada por ESdiario.

En síntesis, desde el PP trabajan activamente en la consecución de tres objetivos: uno, el alcance de la presidencia de la Mesa del Congreso; dos, la abstención del PSOE que garantice la gobernabilidad de España bajo un gobierno de Feijóo; y, tres, el diseño de una nueva estrategia electoral basada en el "ejemplo que nos dejó el 23J" ante una muy posible repetición electoral.