El PP investigará los pactos de Sánchez con Junts y ERC en el Senado

Tres meses han pasado desde unos adelantados comicios que, al menos por el momento, si nada cambia, parece que tendrán una segunda vuelta el 14 de enero del próximo año. Y es que lo que parecía que iba a ser un paseo en góndola por un bonito canal de Venecia se ha convertido en toda una andadura por la aridez del insaciable desierto independentista: "Nosotros, a diferencia de Feijóo, no estamos negociando una investidura fake", repetían al unísono fuentes socialistas tras el encargo que el rey Felipe VI le otorgó al líder del PSOE. Pues a día de hoy Feijóo sigue teniendo más apoyos que Sánchez, esa es la realidad.

El silencio es tal en Ferraz que ni tan siquiera el comité de negociación, designado ex profeso para sacar adelante la investidura de Sánchez, sabe cómo discurren tales negociaciones. Nadie sabe nada. Salvo, eso sí, los cuatro elegidos por Sánchez: Félix Bolaños, Santos Cerdán, Salvador Illa y María Jesús Montero.

Para más desconcierto entre las filas socialistas, si la fecha de la investidura se pondrá -aseguran desde Ferraz- cuando se llegue a un viso de acuerdo, el que todavía no sepamos cuándo Sánchez se someterá a la confianza de la Cámara Baja es sinónimo de que las negociaciones no van bien: "Hasta que no haya un acuerdo y sea factible la investidura, no habrá fecha", apuntan sin despeinarse fuentes solventes del PSOE. Y eso que, según el artículo 170 del Reglamento del Congreso, la fecha de investidura corresponde fijarla a la tercera autoridad del Estado, esto es, a la presidenta del Congreso Francina Armengol. Nada comparable a que, desde la convocatoria electoral de finales de mayo, el Gobierno en funciones -con el beneplácito de Armengol- no se haya sometido a ningún control del Poder Legislativo: "El PSOE ha secuestrado el Congreso", aseveran desde el PP.

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La nueva invención de Junts: la "minoría nacional"

Tal y como avanzamos en este periódico, si bien la Ley de amnistía ya está en fase de redacción -no exenta de factibles dificultades-, el referéndum de autodeterminación está siendo difícil de digerir por parte del PSOE. "Es que la autodeterminación no se contempla", aseguran fuentes del PSOE cuando se les pregunta por esa exigencia de Junts y ERC. Así, aun con la posibilidad de que un cambio de opinión sanchista trastoque el escenario actual, el que Sánchez consiga la investidura pasa por una cesión independentista: trocar el referéndum de autodeterminación por otro invento que también puedan vender a su electorado. Eso, o repetición electoral.

Todo indica, sin embargo, que la nueva ideación ya está encima de la mesa: reconocer por Ley que Cataluña tiene "derechos propios", en palabras de fuentes de Junts, y que constituye una "minoría nacional". Es decir, que Cataluña es una realidad nacional propia dentro de España. No solo eso. Aunque pueda parecer un concepto inocuo, la "minoría nacional" se articula en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea como algo que hay que proteger frente a la discriminación: de aceptar su introducción en una Ley conllevaría reconocer que España ha discriminado y sometido a la minoría social que conforman los catalanes. 

Un nuevo sinsentido que, según informan fuentes consultadas a este periódico, se trataría de un pago al independentismo con el que Sánchez podría evitar -por el momento- el referéndum de autodeterminación y conseguir, así, el apoyo de Junts y ERC. Los independentistas, por su parte, podrán trasladar a su electorado que consiguieron de Pedro Sánchez la contundente prueba de que, tarde o temprano, llegará la votación de la independencia: reconocer a Cataluña como una realidad territorial diferente al resto de España y, adicionalmente, discriminada por el Estado español. 

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El PP someterá a Sánchez a comisiones de investigación en el Senado

Como era de esperar, el Partido Popular no se quedará de brazos cruzados. Los ganadores de las elecciones del 23J sacarán toda su artillería pesada: el inmenso poder territorial que aglutinan y, por supuesto, la mayoría absoluta que poseen en el Senado. 

Convertida la Cámara Alta en todo un contrapeso a los pactos y políticas de Pedro Sánchez, en la mano de los de Feijóo está someter al líder del PSOE y a sus colaboradores a un directo escrutinio, en formato de comisión de investigación, para que expliquen sin posibilidad de mentir -a riesgo de pena de prisión de seis meses a un año o multa de seis a doce meses-, sus pactos con los independentistas y las consecuencias prácticas que de ellos deriven.

Preguntado por este periódico un muy cercano a Feijóo por tal posibilidad, sin dudar, responde que  "no descartamos nada". Es más, considera esta misma fuente que "lo noticioso sería que dijéramos que no a solicitar comisiones de investigación", asevera a ESdiario. Aunque, por el momento, reconoce que "no" están diseñando ninguna. 

En conclusión, pacte lo que pacte finalmente Pedro Sánchez con los independentistas, el PP hará uso de su inmenso poder de veto e investigación que le han otorgado los españoles en las urnas para obligar al PSOE y a sus socios a salir del búnker y rendir cuentas por todo lo que acuerden y ejecuten.