| 29 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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El descorazonador artículo de un periodista catalán azuza el debate más polémico

Ignacio Martín Blanco pulveriza la imagen de Puigdemont y compañía, "retratados ante Cataluña, España y el mundo como lo que son, nacionalistas cerriles incapaces de comportarse".

| ESdiario Medios

Por si había alguna duda, en los últimos días ha quedado claro... Así de desencantado se muestra este lunes en El País el periodista Ignacio Martín Blanco en una columna muy dura sobre la reacción de los políticos independentistas en la manifestación contra el terrorismo del sábado.

Muy decepcionado como catalán ve claro que "los políticos independentistas están dispuestos a todo, incluso a provocar la ruptura civil en Cataluña, con tal de alcanzar su objetivo de crear un Estado catalán al margen del resto de España". Y "empieza a cundir la sensación de que no hay nada que hacer. Tras la manifestación del sábado en Barcelona contra el terrorismo, ese fue uno de los comentarios más repetidos entre muchos catalanes que volvíamos a casa desolados en parte por el lamentable espectáculo que acabábamos de dar al mundo por culpa de una minoría fanatizada, incapaces de proyectar una imagen de unidad sin fisuras frente al terror". 

Eso sí, aún advierte a los independentistas que "no canten victoria" porque "algunos nunca asumiremos su perversa apropiación de la catalanidad y sabemos perfectamente que, en todo caso, con quien no hay nada que hacer es con ellos y no con los catalanes en general, precisamente porque los independentistas han demostrado que no quieren saber nada del resto de los catalanes y de los españoles, que no les importa hacernos sentir incómodos y extraños en nuestra propia tierra".

Y así es precisamente como "nos sentimos muchos en la manifestación del sábado, obligados -si queríamos manifestar nuestra repulsa al terrorismo y nuestra solidaridad con las víctimas- a desfilar tras una cabecera atestada de esteladas estratégicamente colocadas para tratar de demostrar al mundo que lo que de verdad nos importa a los catalanes es dejar de ser españoles. Por suerte, la inmensa mayoría de los manifestantes no llevaba bandera alguna, lo que demuestra una vez más la distancia sideral entre la Cataluña oficial, de la que habla el Govern y que aparece sobredimensionada en los medios públicos y subvencionados por la Generalitat, y la Cataluña real, mucho más respetuosa con su propia diversidad. Nada tiene que ver el primer plano con el fondo de la marcha". 

En su opinión, "para algunos de nosotros, defensores de la concordia, no ha sido fácil acabar de aceptar la irreversibilidad del problema, porque, lógicamente, cuesta asumir que parte de tus conciudadanos y gobernantes viven entregados a un proyecto necesariamente basado en tu exclusión. Pero la conducta tras los atentados tanto del Govern como de las entidades independentistas y de los medios y tertulianos afines ha sido la constatación definitiva de que no hay nada que hacer". 

No en vano, "Puigdemont y compañía han quedado retratados ante Cataluña, España y el mundo como lo que son, nacionalistas cerriles incapaces de comportarse dignamente ni siquiera en momentos tan difíciles".