| 05 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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Una nueva forma de beber y regulación remota de la función cerebral

| Miguel Campo Opinión

El estilo de vida de los españoles está cambiando. Empezando por el mío. Cada vez más, estamos preocupados por la salud. Nos decantamos por productos cada vez más naturales, con contenido reducido en azúcar o libres de ella. Especialmente a la hora de decidir qué bebidas consumimos. Una tendencia, por cierto, que se extiende al resto del mundo.

Según datos del Informe de Análisis de Mercados de Euromonitor, en 2023 el 28% de la población mundial se decantó por el consumo de bebidas sin azúcar, así como por opciones 100% naturales como el agua con gas, que, es mi caso, cuyo consumo se ha duplicado en los últimos dos años.  

En este sentido, marcas como SodaStream, que permiten crear agua con gas en casa de forma sencilla y totalmente personalizada, ofrecen una alternativa para consumir refrescos naturales en casa e introducir esos hábitos saludables tan necesarios en nuestro día a día. Pues el “sugar free” ya vende más que los refrescos tradicionales. Y es que esta tendencia ha llegado para quedarse. ¡Ahí es nada!

Y para regular la función cerebral ya existe un dispositivo, la Tablet, capaz de controlar los síntomas neurológicos y psiquiátricos de manera remota. La salud neurológica se encuentra en el centro de la atención pública a medida que los síndromes neurodegenerativos, una categoría de trastornos que afectan al sistema nervioso, inquietan cada vez más a un número significativo de personas en nuestra sociedad. Estos trastornos se caracterizan por la pérdida progresiva de funciones cerebrales, siendo la enfermedad de Parkinson una de las más comunes, entre otras muchas.

Pero también, la incapacidad secundaria a trastornos psiquiátricos que no mejoran con medicación o terapias psicológicas, está generando creciente preocupación entre los profesionales de la salud y la comunidad científica.

Para todo ello, y entre los distintos tratamientos que existen desde hace años, destaca la estimulación cerebral profunda, una terapia que se lleva utilizando varias décadas en pacientes con Parkinson o con temblor esencial, o con algunas otras enfermedades un poco más complicadas, como la distonía o el trastorno obsesivo compulsivo.

Así lo afirma la neurocirujana Cristina Torres Díaz, especialista de la Unidad de Neurocirugía Funcional del Hospital Ruber Internacional que, además, esta terapia se está investigando en otras enfermedades como la depresión farmacorresistente, la anorexia nerviosa, la agresividad patológica o la esquizofrenia, así como se ha demostrado que es muy útil para tratar y controlar el dolor neuropático.

El procedimiento consiste en colocar un electrodo dentro del cerebro y, dependiendo de la enfermedad, se coloca en un sitio concreto. Conectado a unos cables por debajo de la piel y a una batería. Una especie de marcapasos cerebral. La batería origina una pequeña corriente que es lo que ejerce su acción terapéutica, es decir, regula los circuitos que no funcionan bien en el cerebro y los normaliza.

Se puede subir o bajar la estimulación a distancia, con wifi. Da igual que el paciente esté en Perú o en cualquier otro lugar. El especialista hace una conexión por videollamada con su paciente y es capaz de cambiar los parámetros de estimulación simplemente pulsando un botón en su Tablet.  La persona, que en ese momento estaba temblando, deja de hacerlo inmediatamente. Una innovación clínica para abordar los trastornos neurológicos y psiquiátricos.