El presentador de Telecinco se hace viral por aprovechar una trágica agresión homófoba para extender la idea de que en Madrid ya no se puede vivir tranquilo.
Jorge Javier siente miedo al salir en Madrid from ESdiarioTV on Vimeo.
El controvertido presentador Jorge Javier Vázquez se ha convertido en TT del día por un monólogo muy alejado de su espacio natural: serio y solemne, se ha inspirado en una repugnante agresión homófoba en Madrid para solar una filípica con tintes políticos evidentes que intenta extender una sospecha generalizada sobre la capital.
Una cosa es condenar y perseguir a los salvajes que atacaron a un gay en Malasaña, grabándole incluso la palabra "maricón" en las nalgas; y otra decir cosas como ésta: "Por primera vez empiezo a vivir intranquilo en esta ciudad".
O esta otra: "Llegué a Madrid hace 25 años, juro que jamás en aquel momento sentí miedo. Nunca. Para mí llegar a Madrid fue llegar a una ciudad donde imperaba la libertad, donde podía ser feliz, donde podía dar rienda suelta a mis sentimientos".
O este remate a su alegato mirando a cámara en el que pidió a los partidos "ponerse las pilas" contra el "odio": "Creo que ese Madrid ya no existe", ha lamentado, "y si ya no existe ese Madrid, entiendo que también en muchísimos puntos de España esa sensación de libertad se está perdiendo".
Por supuesto, no hay nada que objetar a la denuncia del tristísimo caso que inspira su discurso. Y nadie lo ha hecho, como evidencia el contundente tuit del presidente de VOX, Santiago Abascal, al conocerse los hechos:
Me llena de rabia la brutal agresión homófoba que ayer sufrió un joven en el portal de su casa en Madrid.
— Santiago Abascal ðªð¸ (@Santi_ABASCAL) September 7, 2021
Todo mi cariño para la víctima de tan repugnante ataque y mi asco para los agresores.
Que todo el peso de la Ley caiga sobre ellos y se pudran en la cárcel.
Conviene resaltar este mensaje no porque sea único ni sorprendente, sino por la evidente campaña que, a raíz de esta vomitiva agresión, ha desatado una parte de la izquierda para culpar a VOX -y en general a la derecha- de sembrar el odio e instigar ataques como el que inspira estas líneas. Una tesis que el propio Jorge Javier alimenta pintando una imagen de Madrid -del Madrid de Ayuso y Almeida, claro- injusta y muy alejada de la realidad.
Gente que tiene miedo a darse la mano o un beso en la calle porque no les insulten, les den una paliza o los maten.
— Pablo Echenique (@PabloEchenique) September 7, 2021
Malditos sean los partidos que buscan votos en el odio, los que los blanquean gobernando con ellos y los poderes mediáticos que los invitan a difundir su veneno. pic.twitter.com/Pdg691jcXD
La convocatoria de la Comisión de seguimiento de los delitos de odio, a instancias de Pedro Sánchez, ahonda en esa sensación de que una causa tan noble como la lucha contra la homofobia se utiliza de manera algo espuria para hacer política de baja estofa.
Y eso se agudiza al contrastar el silencio de Sánchez, Vázquez y compañía con otros mensajes de odio, cuando no delitos claros, que desgraciadamente ocupan la crónica diaria. ¿O no merece su condena la paliza recibida por un concejal del PP vasco por razones ideológicas? ¿Tampoco la brutal agresión que sufrió una joven en Madrid, el pasado sábado, a manos de una turba de magrebíes? ¿O los deseos de la youtuber "Soy una pringada", expresados ante un sonriente Rufián, de "matar a los de VOX?".
No hay violencia buena y violencia mala. Y no hay autoridad alguna en ponerse estupendo con una, porque te viene bien política o personalmente, y callarse ante otras que nacen de la misma sentina putrefacta donde chapotean unos pocos, por razones sexuales, ideológicas y de todo tipo.