| 11 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse
El expresidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, acompañado de su abogado, Pablo Delgado, acude a declarar a la Audiencia Nacional
El expresidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, acompañado de su abogado, Pablo Delgado, acude a declarar a la Audiencia Nacional

¿Y ahora qué?

¿Y ahora qué con los que emprendieron una persecución sin respiro? ¿Y con los que se pusieron de perfil o se alejaron taimados?

| Fernando García Bonet Edición Valencia

ESdiario se ocupaba el pasado 14 de enero, del comienzo del juicio que la Audiencia Nacional tenía previsto iniciar de inmediato como un rescoldo de Gürtel, contra los cabecillas -recién conformados- del grupo de Correa y una treintena de responsables de la Generalitat Valenciana que incluye acreditados funcionarios, personal de confianza, hasta tres titulares de conselleries y el “elefante blanco”, Paco Camps. Cuando los tiempos no eran tan convulsos como los que vivimos ahora.

“Calentando el último juicio contra Camps” tituló entonces este cronista, atendiendo al contexto de lo que se preveía un proceso largo y accidentado (se quedaron muy cortas las previsiones) difícilmente exento de connotaciones políticas y sujeto a equilibrios e intereses de incidencia temporal. Nueve meses después cuesta hacer un balance sosegado de un procedimiento regado de tiempos muertos que espaciaron episodios alta tensión y una constante: la incólume actitud del encausado mediático por excelencia. Es de esperar una sentencia antes de que finalice el año.

 

Mientras leen esta crónica me mantendré atento a las conclusiones que expondrá el letrado valenciano Pablo Delgado, patrocinador del ex presidente, y -en su caso- al alegato propio del procesado. No se esperan sorpresas ni novedades de última hora, sino el relato ordenado de lo que ya se ha visto en sala por las declaraciones de interesados, testigos y peritos. Las novedades, sin embargo, se han producido en la otra parte. En las acusaciones. En la reducción de solicitud de pena de prisión a un solo año por parte del Ministerio Fiscal -poco motivada según los expertos- y en la exclusión por parte del abogado que defiende el interés económico de la Generalitat, de responsabilidad pecuniaria de los acusados vinculados a la administración autonómica, funcionarios o políticos. Ambas, a juicio de expertos consultados, pueden leerse como un indicador de la debilidad argumental de los indicios en los que se basaban las acusaciones iniciales. O dicho de otra manera, un reconocimiento tácito de que durante el proceso se han esclarecido hechos que prevalecen sobre las conjeturas.

La acusación particular, el PSOE, mantiene su petición inicial por ahora.

Ya se pueden leer artículos de opinión que apuntan a una nueva absolución de Camps, que sumando archivos y sobreseimientos completaría la decena. Tampoco faltan los altavoces mediáticos que destacan lo más granado de la admonición fiscal, desde la cita de Juvenal a las comparaciones con terceros, incluida Borrás. Le habrá dolido al ex dignatario, aun no siendo lo peor que le ha tocado oír.

“¿Y ahora qué?” no es sólo el título de las novelas de Mari Andrews y María Vassart, o de la de Javier Caparrós. O de canciones de Manu Chao o Quevedo. O el subtítulo de la Amoris Laetitia. Es también una expresión popular de compasión con el inocente. Y es, seguramente, una sensación de desconcierto del justamente restituido. ¿Y ahora qué con los que emprendieron una persecución sin respiro?¿Y con los que se pusieron de perfil o se alejaron taimados? ¿Y ahora qué con tanto tiempo perdido, con tanta tristeza acumulada, con tanto sufrimiento de los míos? me preguntaría yo.

No adelantaremos acontecimientos. Estaremos muy atentos a estos últimos episodios que de una u otra forma, darán término a una quincena de años marcados por la sombra de la justicia. Es natural que quien ha visto superados todos los anteriores contenciosos, enfrente éste con firmeza y optimismo.