| 10 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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María José Catalá en un acto en el  Centro Cultural y Deportivo de Patraix.
María José Catalá en un acto en el Centro Cultural y Deportivo de Patraix.

Catalá reserva la cultura para la recta final de campaña

No son malos antecedentes para un intelectual ya experimentado en la gestión pública, como futuro regidor.

A dos días del cierre de campaña -hoy repite Feijóo en la Fundación Bancaja- María José Catalá ha elegido el barrio de Patraix para difundir, en el espacio público junto al Centro Cultural y Deportivo, las líneas maestras de su programa en materia cultural y deportiva. No es ningún secreto que si las urnas confirman su elección para la Alcaldía (y todos los indicadores parecen confluir en tal sentido) será José Luis Moreno el encargado de materializar la alternativa de turismo cultural que, en un sentido práctico, se desprende de la fundamentación programática expuesta por la candidata. Lo que yo ignoraba es que Patraix es su propio barrio, donde hizo de niño sus pinitos futbolísticos y dónde alimentó su vocación fallera. No son malos antecedentes para un intelectual ya experimentado en la gestión pública, como futuro regidor.

Desde la Comisión de las Ciencias -que me cabe el honor de presidir- del Consell Valencià de Cultura, impulsé el Informe sobre Cultura Deportiva que el Pleno de mayo de 2021 aprobó por unanimidad. A propósito de la sobreactuación provocada por los insultos de unos desalmados en el último partido del Mestalla, y tomando intencionadamente la parte por el todo (feo vicio), se pretende  acusar de racismo a un pueblo que, como el valenciano, se caracteriza por su hospitalidad y su capacidad de acogida. No le falta razón a Feijóo cuando recuerda que el deporte es educación y la educación, antirracismo (entre otras cosas).

En su reconocimiento del legado de Rita Barberá -esta vez sin necesidad de citarla- volvió a poner sobre el tapete el “río de cultura”, ese eje verde y vertebrador del antiguo cauce del Turia, que desde el Parque de Cabecera hasta el mar (que no resulte sencillo no significa que no sea necesario resolver ese encuentro), y junto a la Albufera y la Huerta, hacen de Valencia candidata a una realista Exposición Internacional heredera de la Regional de 1909. Tampoco olvidó la importancia del “Santo Cáliz en el camino del Santo Grial”, ni el panorama museístico de la ciudad, recordando que Valencia fue pionera con el Instituto de Arte Moderno en España (el IVAM, que no pasa por su mejor momento; esto lo afirmo yo, no lo dijo ella) y proponiendo -excelente iniciativa- trabajar en el primer museo de Arte Digital. Su propuesta de Museo Fallero 4D e Inteligencia Artificial en el Edificio de Correos ha sido muy celebrada.

Y reivindicando “la segunda pinacoteca nacional”, el San Pío V, comprometida con la colección de Sorolla (nada dijo de la lamentable indecisión con el Paolo de San Leocadio). En general optó más por lo propositivo que por la crítica al adversario. Lo que es muy de agradecer.

Naturalmente abordó la Música -citó el Palau, la Banda Municipal y el Berklee-  y las numerosísimas sociedades musicales -ella misma es miembro de una- que, junto a las Fallas, y al fútbol o el baloncesto, porqué no decirlo, constituyen estructuras sociales y asociativas naturales y de primer orden que, al margen de ideologías o tendencias, se compadecen con señas identitarias. Y no descuidó el valor, en su conjunto, de los equipamientos culturales y deportivos -como el elegido por escenario- en esa Valencia saludable y segura que ambiciona. “Trabajaré por la recuperación de eventos deportivos internacionales”, afirmó mientras celebraba la iniciativa y la colaboración privada en los ya existentes (como el ya famoso running valenciano).

En ese ambiente próximo y distendido de los encuentros sectoriales y a pie de calle, que complementa eventos masivos como el llenazo del domingo pasado en la plaza de toros, no faltaron representantes de los distintos sectores asociativos culturales y deportivos de la ciudad, ni algunos protagonistas relevantes.

Por mi parte, me satisface comprobar que la sensibilidad por la cultura y el deporte, y por la industria cultural y deportiva, no es ajena a la ambición de una Valencia mejor y esas ¡Ganas! con las que “La Alcaldesa” se identifica. Y que, desde Patraix, la haga pública, reservándola, para la recta final de campaña.