| 28 de Abril de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse

Paz para todos, también para los otros animales

Animales encerrados en belenes, en reducidos espacios, como si fuesen objetos de exposición. ¿Por qué deben pasar horas y horas expuestos en minúsculos decorados, sin apenas poder moverse?

| Raquel Aguilar Edición Valencia

Siempre me ha gustado la Navidad. Guardo maravillosos recuerdos de mi infancia asociados a estas fiestas. Acompañar a mi tío a comprar los adornos para la casa de mi abuela materna; la preparación de la cena de Nochebuena con mi madre y mi tía, una cena que nos reunía a toda la familia, incluso con quienes vivían fuera de España, que en esa fecha volvían a casa; el alboroto de la sobremesa de la comida de navidad, con las estrenas en casa de mis abuelos paternos, que ordenaba a la familia en una gran hilera por edades, de mayor a menor; las bromas y juegos de nochevieja con las hijas de los amigos de infancia de mis padres, con quienes compartíamos edificio y la ilusión del día de reyes, cuando bien temprano me asomaba al balcón para comprobar que los camellos se habían comido las algarrobas y en la mesa que habíamos preparado para los reyes magos no quedaban ni cava, ni polvorones.

Y pese a que me sigue gustando esta excusa para tomarme unos días de descanso y reunirme con las personas a las que quiero, mi percepción sobre muchos aspectos ha evolucionado enormemente con el paso del tiempo y estas fechas me producen sentimientos muy encontrados.

Desde esta perspectiva podría adentrarme en muchas cuestiones, relacionadas con la sostenibilidad o la justicia social, pero voy a poner el foco en aquellos que pocas veces son objeto de portada, desde el punto de vista de sus propios intereses: los otros animales (y digo los otros porque no debemos olvidar que los humanos también somos animales).

Las navidades son unas fechas especialmente crueles para ellos. Y tras aquello que parece inocente y se disfraza de festivo, se esconde el sufrimiento de los involuntarios protagonistas.

Animales obligados a participar en cabalgatas, con recorridos repletos de gente, estridentes ruidos y exceso de luminosidad. Muchos de ellos “alquilados”. Porque sí, los animales se alquilan como si de cosas se tratase, importando muy poco el miedo y la inadaptación a estas circunstancias de estrés que les supone participar en estos eventos.

Animales a los que se impone ejecutar piruetas antinaturales en circos. ¿Cómo crees que llegan a realizarlas, a base de pedirles con una dulce voz que por favor se esfuercen? Unos animales que viven en diminutas jaulas, trasladados de ciudad en ciudad, muchos de ellos sin siquiera compartir esta miseria con otros de su especie. Su vida está muy lejos de ser lo mágica y maravillosa que anuncian los vistosos carteles circenses.

¿Cómo es posible que en unas fiestas en que se apela tanto al amor, a la gratitud y a la solidaridad nuestra actitud sea tan poco compasiva con los otros animales?

Animales encerrados en belenes, en reducidos espacios, como si fuesen objetos de exposición. ¿Por qué deben pasar horas y horas expuestos en minúsculos decorados, sin apenas poder moverse, ignorando sus intereses, cuando para el resto de elementos de las representaciones son artificiales?

Animales entregados como regalo, sin pensar en las terribles consecuencias para ellos de una mala decisión. La mayoría de ellos antes del primer año acabarán en una cuneta atropellados, u olvidados en un rincón de la casa, como un trasto viejo, en el caso de peces y aves.

Animales transformados en comida. Ejecutados tras una vida de miseria para terminar en un plato (o incluso en la basura). Porque estos días, el consumo de carne se incremente en un 20% y los animales que viven en el mar son los “productos” más consumidos. Además, la mayor parte de los animales que se comen en navidad son bebés (terneras, lechales y cochinillos).

¿Cómo es posible que en unas fiestas en que se apela tanto al amor, a la gratitud y a la solidaridad nuestra actitud sea tan poco compasiva con los otros animales?

Por ese motivo te voy a proponer un sencillo ejercicio. Cuando veas a una animal, vivo o muerto, averigua cómo ha llegado hasta ahí, si crees que ha tenido una buena vida y reflexiona si te gustaría estar en su lu…