| 15 de Junio de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse
Alberto Núñez Feijóo, en un mitin de las elecciones catalanas.
Alberto Núñez Feijóo, en un mitin de las elecciones catalanas.

Cataluña confirma la idea de Feijóo

El resultado que ha obtenido el centro derecha en Cataluña este 12-M, 26 escaños entre los 15 de PP y los 11 de Vox, ponen a Alberto Núñez Feijóo en buena línea para sus planes de llegar a La Moncloa.

Ciertamente, el socialismo se verá fortalecido por su victoria aplastante y Pedro Sánchez va a sacar pecho del éxito de sus políticas de “reencuentro” y “diálogo”, que han logrado arrinconar al independentismo por primera vez hasta no poder alcanzar la mayoría absoluta.

Pero, a los genoveses, que el debate público catalán salte de los terrenos que diluían el eje derecha-izquierda tradicional, para convertirlo todo en una pugna entre independentistas y quienes defienden la unidad de España, sean de derecha o izquierda, les va a beneficiar.

A partir de este momento y, más si cabe, si lo que se constituye es un “govern” de izquierdas, encabezado por el PSC de Salvador Illa, las aguas volverán a los cauces habituales. Ahí es donde los populares podrán dar brillo de nuevo a sus ideas para Cataluña, superado el monotema ensordecedor de la secesión. Génova debe pasar página rápidamente.

Los catalanes, sólo hace falta ver su participación, más baja que en la pandemia, están hartos de la ideologización radical que ha olvidado los problemas reales de los ciudadanos.

Los 15 escaños del PP, por delante además de Vox, como en el resto del país, son la alternativa al progresismo sanchista que ahora también va a instalarse en la Generalitat. Sus mensajes de oposición, por ello, volverán a penetrar en un territorio que no escuchaba por el ruido fanático.

A Núñez Feijóo le toca poner orden en sus filas cuanto antes para ir llenando las sedes de las localidades de Barcelona, Tarragona, Lérida y Gerona de referentes como Xavi García Albiol y Manu Reyes, que han demostrado como la política de pico y pala pegada a los vecinos es el mejor camino. Antonio Martín Beaumont