| 01 de Junio de 2024 Director Benjamín López

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El expresidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, y la ministra de Ciencia, Diana Morant.
El expresidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, y la ministra de Ciencia, Diana Morant.

Ximo Puig quebró la caja del Consell y la líder del PSPV mira al cielo

Una situación lamentable que es explotada por aquellas asociaciones que durante los años de el Botànic callaron y ahora exigen

| Josep Maria Felip Edición Valencia

“Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”. Es uno de los criterios que definen el argumentario que escenificó José Muñoz, síndico del grupo socialista, en la sesión de control al Consell este jueves pasado en Les Corts. El comodín utilizado ya es conocido: la comunicación de los relatores -que no de la ONU-, la inscripción en el registro público de una asociación de “hombres maltratados”, ejerciendo su derecho constitucional; el traspiés de una concejala del Ayuntamiento de Valencia; y el “mantra” a repetir: el secuestro del Consell por la “ultraderecha”. Un cúmulo de hechos manipulados in expresso que poco tiene que ver con la finalidad de la sesión. Patético.

La pregunta es: ¿qué malas noticias pretende tapar José Muñoz? Fácil sería hacer referencia a las noticias sobre las peticiones de pena por el fiscal en el caso Berni o las derivadas del caso Koldo; o las explicaciones a dar en la próxima comparecencia de Pedro Sánchez en el Congreso sobre de los negocios de su mujer; o la “aventura portuguesa” de su hermano; o las conversaciones secretas del Sr. Cerdán con el S. Boyé, el enviado del Sr. Puigdemont, para “arreglar” la presidencia de Cataluña y hacerle la cama al Sr. Illa. Pero es verdad que son noticias que no entran en las intenciones de José Muñoz. Mejor no hablar de ellas.

Pero son muchas las noticias que tapar de los ocho años de El Botanic por José Muñoz. Muchas. Cabe destacar las que hacen referencia a las deudas que dejó pendientes en julio de 2023 Ximo Puig. Las obligaciones que contrajo con terceros en los últimos años de su presidencia son abrumadoras y no satisfechas en esa fecha de caducidad. Obligaciones a las que ha tenido que hacer frente el actual Consell de Carlos Mazón. El Sr. Muñoz tapa con sus noticias buscadas lo que dejó el Sr. Puig: una caja del Consell rota.

Ximo Puig y José Muñoz.

Si hay quien sabe de números es la Consellera Ruth Merino. Unos días antes de la intervención del Sr. Muñoz, la portavoz del Consell dio la noticia: el Consell paga más de 600 millones de facturas en los cajones que el Sr. Puig no pagó. Informó que habían sido aprobados, en lo que va de año, el pago de un total de 605,8 millones de euros en facturas no presupuestadas por el anterior Gobierno del Botànic. De dicha cifra, 564 millones corresponden a la Conselleria de Sanidad, mientras que otros 41,8 millones se adscriben a la Conselleria de Servicios Sociales.

Así́ lo explicó Merino tras la reunión del pleno del Consell, en la que se dio el visto bueno al pago de 207 millones de euros de Sanidad y 7,8 millones de Servicios Sociales, ambas cifras incluidas en las anteriormente comentadas por ella en su comparecencia. Los pagos correspondían a actividades de los años 2021, 2022 y 2023. Merino explicó que se trataba de "dar salida a ese gran atasco de facturas en el cajón sin contrato". Con estos pagos se hacía frente a "pagar cuanto antes las facturas" pendientes, que incluso en algún caso vienen del año 2020, y dar solución a un procedimiento que es "irregular" por no tener contrato en vigor. Una situación sobre la cual la Abogacía de la Generalitat debería decir alguna cosa.

 

En su comparecencia, aseguró Ruth Merino, que las “Consellerías están volcadas en minorar el número de expedientes de enriquecimiento injusto” y satisfacer “cuanto antes” las obligaciones pendientes. Una actividad que ocupa el mayor parte de la actividad de la Comisión de Subsecretarios. Solo hay que recordar que la Vicepresidencia primera, Susana Camarero, se ha encontrado con más de 100 millones de euros pendiente de pago a empresas del tercer sector.

Una situación lamentable que es explotada por aquellas asociaciones que durante los años de El Botanic callaron y ahora exigen. Mientras tanto, los subsecretarios se dedican a impulsar los expedientes de enriquecimiento injusto para a hacer frente a la deuda heredada. Y su labor institucional de impulso a proyectos legislativos ralentizada. Si es esa la situación que busca José Muñoz de movilizaciones inducidas en la calle, y parón del Consell, que lo diga. Y muestre su tremenda hipocresía política.

La situación actual de la caja del Consell no da para tirar cohetes. Está vacía. No solamente los ingresos recibidos del Ministerio de Hacienda por entregas a cuenta llegan tarde, y mal, sin actualizar debido a la prórroga de los PGE por la incapacidad de Pedro Sánchez de llegar acuerdos con ERC y JuntsXCat para aprobarlos. Y los impuestos propios no dan para llenar la caja, cuando su rebaja se notará los próximos años, no este. Pero lo importante es saber que, entre los pagos pendientes, está la anualidad de los intereses de la deuda que El Botanic ha dejado como herencia: cerca de 800 miles de euros. Una cantidad superior al crédito presupuesto del que dispone más de un Conseller.

Ximo Puig y Diana Morant.

Y mientras José Muñoz trata de tapar las deudas que dejó por pagar Ximo Puig, ¿qué opina la delegada de la franquicia valenciana del PSOE desde su palacete madrileño, la Sra. Diana Morant? El presidente del Consell, Carlos Mazón, le pidió que tomara cartas en el asunto sobre la infrafinanciación de La Generalitat, de las consecuencias del FLA, de la actualización de las entregas a cuenta. Del proyecto de reforma del sistema de financiación de la LOREG, que por consenso mantiene la comisión de expertos de Les Corts. De rehacer en todos los plazos la caja del Consell. La respuesta de Diana Morant es conocida: “Rompa usted con Vox y hablaremos”. Bueno, ¿y que más…? Mientras, quien paga los manirrotos de Ximo Puig es Carlos Mazón.