Tres diputados que traicionaron a Rita van al funeral para enfado de la familia

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, encabezaron este jueves la comitiva de dirigentes populares que se desplazaron al tanatorio municipal de Valencia para despedir a la senadora y exalcaldesa de Valencia durante seis legislaturas consecutivas, desde 1991 a 2015.  El acto se convirtió en un homenaje de decenas de ciudadanos, que acudieron al camposanto a expresar su respeto y admiración.

Tres minutos de aplausos y un espontáneo y aclamado "¡Viva Rita! ¡Viva la alcaldesa de Valencia!" cerraron una etapa de la historia. Un cuarto de siglo de éxitos. La derrota en las urnas en 2015, la investigación judicial por supuesta financiación irregular del grupo popular municipal y el abandono de su partido cerraron sus últimos meses de vida. Una de los siete sobrinos de Barberá, al concluir la ceremonia eclesiástica, leyó una carta en la que expresó los sentimientos que, a su juicio, entristecieron a su tía: "Traición" y "abandono".

La asistencia al sepelio de Rajoy y Cospedal contrastó con la ausencia de cargos de la dirección regional de los populares. El funeral se convirtió en el reencuentro de una generación de amigos, de una etapa de la historia del partido y también de Valencia.

La familia de Barberá decidió que el funeral fuera íntimo, sin presencia institucional ni de partidos. El mensaje era claro. No se deseaba que acudieran los presidentes de la Generalitat y de las Cortes, pero tampoco era bienvenida la presidenta del PPCV, Isabel Bonig. Y así ocurrió. Todos expresaron oficialmente su condolencia a la familia, que prefería en estos últimos momentos estar acompañados de los "amigos".

Tan sólo hace dos meses las Cortes valencianas aprobaron por unanimidad la reprobación de Barberá, con el respaldo de los representantes del PP, el partido que la aclamó durante un cuarto de siglo y al que un buen número de parlamentarios le deben su carrera política. Ximo Puig (PSPV-PSOE), Enric Morera (Compromís), Isabel Bonig (PP) y el resto de parlamentarios votaron un texto en el que se le exigía, a la que fue alcaldesa y también diputada autonómica, que dejara su escaño como senadora territorial para "salvaguardar la dignidad de la representación de los valencianos".

Un acuerdo de cara a la galería (ya que la revocación no es posible actualmente con la ley en la mano), pero que sentenciaba a Barbera ante la opinión pública con el beneplácito de los que fueron sus compañeros de filas. Además, cuando se tomó el acuerdo, Barberá no estaba siendo investigada formalmente por presunta financiación ilegal. Sí, en cambio, nueve de sus antiguos concejales. "Rita estaba indignada, no tanto por la falta de defensa de los cargos del partido, sino porque no creyeran en su inocencia", mantenía una de sus principales colaboradoras.

Aplausos a Rajoy a la salida del tanatorio donde ha sido velado el cadáver de Rita Barberá. "Fue un honor ser su amigo", ha dicho pic.twitter.com/ha16nGYAam

— ESdiario (@ESdiario_com) November 24, 2016

La presencia de Rajoy y Cospedal este jueves en Valencia fue agradecida por la familia de Barberá. El presidente y la ministra de Defensa mantuvieron el contacto directo con la "alcaldesa de España", que el lunes declaró ante el Tribunal Supremo. En su círculo más próximo permanecieron el senador Pedro Agramunt,  inseparable en la Cámara Alta y que se encontraba en la misma planta del hotel cuando Barberá falleció a causa de un infarto.

La división del PP quedó patente en el funeral. Como también la evidencia de aquellos cargos públicos que han estado con ella, como Luisa Fernanda Rudi y Celia Villalobos. Y entre los ex, José Manuel Soria y Ana Mato. También ocupó un puesto preferente el expresidente de la Generalitat Fancisco Camps. También su sucesor, José Luis Olivas, acudió por la mañana a presentar sus condolencias.

Nadie relevante del PPCV de Bonig

Pero lo que resultó más chirriante, no por conocido, fue que no acudiera ningún cargo relevante de la dirección regional. La presencia orgánica se redujo al presidente provincial de Valencia, Vicente Betoret, y al exdiputado en el Congreso Vicente Ferrer.

Asimismo, la nómina de diputados y senadores valencianos fue reducida: Gerardo Camps, Marta Torrado, Susana Camarero, Juan Vicente Pérez y Agustín Almodóvar Barceló (sobrino de Eduardo Zaplana). La ausencia del expresidente Alberto Fabra fue de las más comentadas.

Tanto sólo cuatro parlamentarios autonómicos del PP fueron al funeral: Alejandro Font de Mora, María José Sansegundo, Jorge Bellver y Vicente Betoret. Salvo este último, que se ausentó el día de la votación, los otros tres votaron a favor en las Cortes de la reprobación a Barberá en septiembre, traicionándola. Es más, Sansegundo fue la que actuó de ponente del PP. El miércoles no quiso hacer declaraciones a ESdiario: "No es el momento de hablar", se limitó a indicar. Pero horas después se presentó en el adiós a Rita, pese a que sus familiares habían pedido expresamente que sólo acudieran sus amigos.

Por contra, los actuales concejales del Ayuntamiento de Valencia del PP, sobre los que pesa una investigación por presunta financiación irregular, acudieron en pleno. El listado de exconsejeros durante la etapa de Francisco Camps fue numeroso: Alicia de Miguel, Manuel Llombart y Belén Juste, entre otros muchos. Al igual que representantes de la sociedad civil como el presidente de la Cámara de Comercio, José Vicente Morata y el máximo responsable del Levante UD, Quico Catalá.

La no deseada presencia de representación política contrastó con la colas en el Ayuntamiento para firmar en el libro de condolencias y la presencia ciudadana en el cementerio. Para sellar un cuarto de siglo de la historia de Valencia.