| 24 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Una comensal de "First Dates" se cabrea por su cita con un "cateto de campo"

El programa de Cuatro presentado por Carlos Sobera muchas veces hace que triunfe el amor. Sin embargo, en otras ocasiones las cosas se tuercen y ocurre todo lo contrario.

| Clara Ballesteros Medios

El amor a veces surge a primera vista y en otras ocasiones la primera cita resulta ser un auténtico fracaso. Eso es exactamente lo que les ocurrió a Natalia y a Antonio en su cita en First Dates. La sevillana y el cordobés no tuvieron feeling en ningún momento de la cena.

Mientras que Natalia aseguraba que ella era una mujer "cosmopolita", Antonio era más "de pueblo" y su único tema de conversación eran las motos. "Tengo más amigos que amigas por el simple hecho de que a ellos les gusta más el rollo cañero y a ellas no les gusta que me lleve bien con los chicos", le confesó la esteticista a Carlos Sobera nada más entrar en el restaurante.

Por su parte, la carta de presentación de Antonio fueron las motos. "Las motos son mi vida, es lo que más me gusta. Soy de Marc Márquez", dijo el cordobés. Algo que no le atrajo nada a Natalia, ya que ésta tuvo un accidente de moto y desde entonces no le gustaban mucho.

Tras compartir una cena en la que ninguno de los dos parecía tener interés en el otro, lo peor llegó cuando el presentador entró al salón del restaurante e invitó a todas las parejas allí presentes a que se levantaran y bailaran. Sin embargo, a Antonio no le hizo ninguna gracia la idea de Sobera y se negó.

"¡Qué cosa más sosa! Así no nos vamos a poder ir de fiesta", criticó Natalia, a la que no le gustó que su acompañante no quisiera bailar. Así pues, no dudó en pedirle al camarero del programa, Matías Roure, que bailara con ella. "Yo he venido a conocer a una chica y ella nada más que venía a ver a Matías", se quejó el cordobés.

Ante la tensión que se estaba viviendo en el ambiente, la joven se levantó de la mesa y se metió en el baño para poder llamar a una amiga y contarle lo que estaba ocurriendo. "Vaya despropósito. Me han traído a un cateto de campo cordobés", le confesó Natalia a su amiga. "Nada más que sabe hablar de motos", añadió.

Sin duda, una cita cuyo final estaba más que escrito. "No le gustan las motos, no quiere tener hijos… no congeniamos", le dijo Antonio a la sevillana durante la decisión final. "No tenemos nada en común", añadió la esteticista, mientras cada uno se iba por el mismo lado por el que había llegado.