| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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¿Dormir bien y que te cunda?: apunta estos 7 consejos

Si tomas buena nota, descansarás mejor y te levantarás como nuevo

| Edel Uve Belleza

Dormir bien no es tanto una cuestión de horas como de la calidad del sueño. Hay veces que nos levantamos molidos aunque hayamos dormido las ocho horas de rigor y eso es porque, aunque conscientemente no lo detectemos, nuestro sueño ha sido ligero y nada reparador. 

No son una panacea, pero si sigues estos consejos, seguro que tus noches te van a salir mucho más rentables en cuestión de descanso.

1- Apaga el móvil, la tablet , la wifi y el ordenador de mesa

Sí, nos hemos acostumbrado tanto a ellos que da un poquito de vértigo desconectarlos todos y todos al mismo tiempo, pero es fundamental no tenerlos encendidos en la misma habitación en la que pretendemos dormir. De entrada, las pantallas de estos dispositivos arrojan una luz azul que  incide en nuestros ciclos de regulación circadiana alterándolos. El resultado es que nos cuesta más conciliar el sueño. Por otro lado, emiten distintos tipos de radiaciones que si son muy prolongadas pueden tener efectos negativos en nuestra salud. 

 

2- Atentos al colchón

Pasamos una tercera parte de nuestra vida acostados, de ahí que el colchón sea fundamental, pero al utilizarlos a diario, no nos damos cuenta de que se va deteriorando y/o deformando. Hoy cuando te metas en la cama, siéntelo y detecta si hay algún aspecto del tuyo que no te hace sentir completamente cómodo. Si es así, cámbialo: tu cuerpo te lo agradecerá muchísimo.

 

3- Temperatura

Ni frío ni calor. No te vamos a decir los grados porque cada persona tiene una sensación térmica diferente, pero ante la duda, es mejor un ambiente un poquito más frío y arroparse con una manta extra que sudar la gota gorda. Los pijamas son más aconsejables que los camisones que se enredan al darnos la vuelta o se suben hasta la cintura. Descarta todo lo que tenga un componente sintético tanto en tu ropa de dormir como en los juegos de cama y ten a mano unos calcetines de algodón por si a mitad de noche se te quedan los pies fríos.

 

4- Aceites esenciales que relajan

Hay aromas que tranquilizan, quitan tensiones y ayudan a conciliar el sueño. Pon debajo de la almohada un algodón con unas gotitas de aceite esencial de lavanda o  de geranio. Ten cuidado con no pasarte porque los aromas muy intensos también pueden perturbar tu sueño. También puedes probar con suavizantes de lavanda que dejarán un suave aroma en sábanas y almohada.

 

5- Oscuridad

La melatonina es la hormona que se encarga de programar a diario nuestro reloj biológico y por lo tanto, nuestros ciclos de sueño y vigilia. el problema es que sólo la segregamos cuando estamos en completa oscuridad. A medida que envejecemos la producción de melatonina va disminuyendo así que es muy importante evitar en las habitaciones que entre cualquier tipo de luz como farolas, luces de pasillo y la luz del sol. Si no tienes unos cortinones opacos o persianas, hazte con un antifaz, y si tienes más de 40 años, pide en tu farmacia un suplemento de melatonina.

 

6- Ruidos

Hay algunos con los que estamos tan familiarizados que ni nos demos cuenta de que están ahí: el tic tac de un reloj, el sonido de la nevera o de un televisor o el ruido del tráfico puede que incluso nos resulten arrulladores, pero están alterando la calidad de nuestro sueño. Intenta cerrar puertas, no dormir con la ventana abierta y en último caso, están los tapones. 

 

7- El truco de la respiración

Si eres de los que dan mil vueltas antes de coger el sueño, prueba el siguiente ejercicio:

Con la luz apagada y lo más relajado que puedas, toma aire por la nariz mientras cuentas hasta cuatro. Retén el aire en los pulmones mientras cuentas hasta siete y expúlsalo suavemente por la boca mientras cuentas hasta ocho. Imagínate, cuando expulsas el aire, que te hundes en el colchón. Hazlo tres veces y es muy posible que te duermas mucho antes de lo que esperas.