| 23 de Abril de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse
La cabecera de la manifestación de Sociedad Civil Catalana, este domingo en Barcelona.
La cabecera de la manifestación de Sociedad Civil Catalana, este domingo en Barcelona.

La cobardía de Iceta y Sánchez borrándose del 8-O escandaliza a medio PSOE

"Nos lo harán pagar", vaticina un diputado socialista. Este domingo era el día de dar un paso al frente en las calles de Barcelona, pero ni el líder del PSC ni el del PSOE dieron la talla.

| J.R.V. España

Las aguas internas en el seno del PSOE vuelven a bajar turbias. No tanto como durante la batalla previa a las primarias y al 39 Congreso Federal que recolocó a Pedro Sánchez en la Secretaría General, pero las críticas internas a la gestión de Ferraz sobre el 1-O comienzan a ser un clamor en las federaciones, incluso en muchas de las que apoyaron a Sánchez frente a Susana Díaz.

La última decisión de Sánchez que ha provocado una nueva grieta interna esta motivada por una estrategia que censura medio PSOE y, sobre todo, la vieja guardia: haber dejado que sea el PSC y Miquel Iceta -y en base únicamente a sus cálculos electorales- quien decida la agenda catalana de los socialistas en un momento tan delicado.

La ausencia de Iceta, de Sánchez y del resto de miembros relevante de su Ejecutiva en la multitudinaria manifestación de este domingo, convocada por Societat Civil Catalana, ha provocado un creciente malestar, bien palpable, por ejemplo, en su grupo parlamentario. Y más aún porque el discurso, más lúcido y comentado lo firmó otro socialista, Josep Borrell. "Nosotros no estuvimos y muchos de nuestros votantes sí. Y nos lo harán pagar", confiesa un diputado socialista a ESdiario.

Ante su clamorosa ausencia y la del líder del PSC y ante la repercusión del discurso nada equidistante de Borrell, Sánchez se vio forzado a improvisar un elogio al exministro a través de su cuenta de Twitter:

Pero a la ausencia de Sánchez en una marcha convocada bajo el lema Basta: Recuperemos la sensatez, los críticos añaden la peculiar agenda de su líder: el sábado sí estuvo en un acto del PSOE en Valencia y este lunes visita Cataluña para presidir la Ejecutiva del PSC y participar en un acto de su partido.  

En este marco, Sánchez sí se refirió por fin a la manifestación de SCC y aseguró que "si algo se vio ayer en las calles de Barcelona es que Cataluña son muchas. Ayer salió también una parte de la sociedad catalana diciendo así no". Y a Puigdemont y Junqueras les convocó "a que abandonen la Declaración Unilateral de Independencia y vuelvan a la senda de la legalidad". 

"Una Declaración Unilateral de Independencia no tiene cabida en ningún estado social de derecho. Por tanto, al igual que tendemos la mano para dialogar, también apoyaremos la respuesta del Estado. Estamos a tiempo de resolver esta crisis política con la palabra y a través de las instituciones catalanas y españolas", recalcó.

Las fuentes consultadas por este diario claman contra esta "equidistancia" de Sánchez desde el 1-0. Consideran "indignante" el silencio del secretario general sobre el histórico discurso del Rey del pasado martes, y la descortesía que supone que fuera el secretario de Relaciones Institucionales, Alfonso Rodríguez Gómez de Celís, quien compareciera ante los informadores para valorar el mensaje del Monarca y no lo hicieran, al menos, los números dos y tres del PSOE, Adriana Lastra o José Luis Ábalos.

Históricos diputados como José María Barreda, Soraya Rodríguez y todos los parlamentarios del PSOE andaluz también se han rebelado ante la reprobación impulsada por Margarita Robles contra la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría por las cargas policiales del 1-O. Y han hecho suya la fenomenal bronca que lanzó el pasado miércoles Alfonso Guerra.

 

Sin embargo, Sánchez sigue desquiciando a buena parte de sus dirigentes con una apuesta clara por la equidistancia entre Rajoy y Puigdemont. Y así lo volvió a demostrar este sábado haciendo suyo el mensaje de aquellos que reclaman "diálogo" entre el Gobierno y la Generalitat.

La situación en el PSOE ha llegado a tal punto de que algunos barones han forzado a Sánchez a convocar en los próximos días el Consejo de Política Territorial y un Comité Federal que debe fijar la posición del partido en el complicado escenario catalán. Y que sea el PSOE y no el PSC el que diseñe la estrategia a seguir.

El PP reclama al PSOE "generosidad"

Esta ambigüedad del PSOE fue criticada también este lunes desde las filas del PP. Su vicesecretario Sectorial, Javier Maroto, comparó la multitudinaria manifestación del domingo con el espíritu de Ermua. "Lo de ayer fue un punto de inflexión, quizás fue el espíritu de Ermua en su momento para la política en el País Vasco", reconoció en declaraciones a Telecinco.

Y preguntado si echó de menos a alguien en la manifestación, señaló al líder del PSC, Miquel Iceta: "Iceta no estaba y es una sorpresa de primera división", se lamentó. El PSC ya afirmó que, como partido, no acudiría a la manifestación aunque sí lo harían algunos de sus miembros a título personal. En este punto, Maroto criticó que, "en vez de mirar a Puigdemont", el PSOE impulse la reprobación de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, por las cargas policiales de la jornada de votación del 1 de octubre en Cataluña.

Maroto subrayó que "todas las grandes crisis" de España como el terrorismo, el paso de la dictadura a la democracia o la entrada a la Unión Europea, se han resuelto desde la unidad política y desde la "generosidad".