| 28 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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La Masía de Chencho, un lujo entre palmeras

El restaurante ilicitano afronta la era “postcovid” con ilusión y medidas de prevención. Lo dirige Chencho, de 36 años, Mejor Sumiller de España de 2011.

| A. E. Edición Elche

En este verano de “nueva normalidad”, en el que los viajes al extranjero se han reducido drásticamente por las secuelas de la pandemia, es un buen momento para viajar por la geografía española y disfrutar de la gastronomía de nuestro país.

La provincia de Alicante ofrece un amplio abanico de posibilidades culinarias -mar y montaña fusionados en un atractivo que va más allá de las hermosas playas levantinas y la inconfundible luz mediterránea-. Y uno de esos lugares especiales es el restaurante la Masía de Chencho, en Elche, que representa la fusión entre lo tradicional y lo moderno, los sabores de siempre aderezados con un toque de sofisticación.

Lo dirige hoy en día Chencho, un joven empresario de 36 años, que heredó de su padre el amor por la hostelería y se vio seducido por los vinos desde temprana edad, llevándole a adentrarse en tan fascinante mundo y convirtiéndose en el año 2011 en el Mejor Sumiller de España.

La Masía fue fundada en 1986 por Rafael Reyes, un empresario cordobés afincado en Elche. Su sueño se hizo realidad al adquirir una antigua casa de campo -con más de cien años de antigüedad- y convertirla en uno de los templos de la gastronomía alicantina. Mucho trabajo y mucho esfuerzo, compensados por el cariño y el reconocimiento de sus clientes.

La pandemia ha marcado un antes y un después en las empresas y los restaurantes no son una excepción. “Después de tres largos meses de confinamiento hemos tenido que replantearnos muchas cosas, pero la principal ha sido crear un espacio seguro para nuestros comensales” nos confiesa Chencho. “Ya nos hemos acostumbrado a llevar la mascarilla durante el servicio y nuestro principal objetivo sigue siendo mantener nuestros estándares de calidad y servicio”.

Desde el principio de la crisis sanitaria los hosteleros ilicitanos han dado muestra de unión y solidaridad, apostando por sus negocios y plenamente decididos a mantener el prestigio de la gastronomía ilicitana: “Ha sido bonito ver que somos una piña, nos hemos apoyado mutuamente y queremos que nuestros negocios sigan acogiendo a nuestros clientes de siempre y a todo aquel que decida visitar Elche y disfrutar de sus bares y restaurantes”.

La Masía ofrece una carta amplia y variada, donde prevalece el producto de mercado. Carnes, pescados y mariscos -traídos a diario de la lonja de Santa Pola- y una carta de vinos con más de 800 referencias nacionales e internacionales. Pero si hay un plato que distingue al restaurante es el “steak tartare”. “No sé si será lo mejor de nuestra carta -eso lo tienen que decir los clientes-, pero sí puedo afirmar que está muy solicitado y que recibe muchos piropos”, nos confiesa Chencho entre risas.


La Masía no es sólo restaurante, dispone también de unos espectaculares jardines y espacios para todo tipo de celebraciones, aunque lógicamente están suspendidas momentáneamente. Lo que sí abre por las noches es la terraza de verano, un lugar mágico para disfrutar de las noches del campo ilicitano y saborear la buena gastronomía alicantina.