| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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El valor de la honorabilidad

Debemos exigir a todos nuestros representantes los mismos valores, independientemente de la línea política de donde provengan

| Sagrario Sánchez * Edición Valencia

El honor es una cualidad moral, un concepto ideológico instaurado en nuestras relaciones sociales, que justifica conductas y explica relaciones con los demás.

Muy vinculado al honor, está la honestidad, como valor de auténtica honorabilidad, y la dignidad, otro valor intrínseco a la condición humana, que dentro de la racionalidad resalta el status personal.

No es casual, pues, que dedique estas líneas a reflexionar sobre estos conceptos, que cada vez  más a menudo escucho, en cualquier comunicación pública o privada de más de dos personas.

 

Siempre estos conceptos han estado ligados a una valoración, que la razón, individual o social, hace de las personas y los hechos, hasta el punto de que un principio consuetudinario acuñado dice que “ la honorabilidad se presupone”, con lo cual hay que deducir que sólo se destruye, como la buena fe, con la demostración de los hechos reprochables.

 

Y hago todas estas reflexiones por pura necesidad de objetividad, que es lo que quiero conseguir, frente a tanta intoxicación de mensajes, noticias, discursos y demás, que quieren distraernos de lo cierto, de la verdad, ¡si es que existe!. No en vano estamos en la época de la postverdad.

 

Y por eso ya no sé si atender a los hechos, contados por unos y otros, a los relatos, que transcriben historias, a las opiniones alejadas de toda lógica, o sencillamente abstraerme de todo porque verdaderamente no me interesa. Para centrarme, eso sí, en el momento, en el presente, olvidándome de los diseños que unos y otros, interesadamente, difunden sobre nosotros.

 

Comparto, que no es fácil, que es bueno estar informado, y curiosear la realidad, opinando de ella. Que el control social es la verdadera fuerza de la democracia, y que como ciudadanos que decidimos, debemos demandar, controlar y fiscalizar. Sí, debemos exigir que aquellos valores que como sociedad nos autoimponemos, se cumplan por todos.

 

Creo que aquí está la clave y la dificultad a su vez, debemos exigir a todos nuestros representantes los mismos valores, independientemente de la línea política de donde provengan, porque nuestros valores universales, entre los que está la honorabilidad, son exigibles a cualquier persona.

 

Evidentemente ningún hecho es ajeno a las pequeñas o grandes luchas humanas, lo ideal, no siempre fácil, es ser capaz de aplicar la razón en la reflexión, y concluir con la aseveración, o la duda, por nosotros mismos. Es preferible a seguir los dictados.

 

De cualquier manera, los valores humanos de la honorabilidad, la honestidad y la dignidad deberán formar parte de los incondicionales que transmitamos a las futuras generaciones.