La RFEF se beneficia de 220.000 euros destinados a niños necesitados de Haití

Un nuevo escándalo para la Federación Española de Fútbol (RFEF). Según publica el El Mundo, la RFEF recibió a través de su fundación y por parte del Consejo Superior de Deportes (CSD) cerca de 220.000 euros para la "creación de una escuela de fútbol" en Haití. El hecho sucedió en 2010 tras el devastador terremoto de siete grados en la escala Richter, que azotó el país dejando tras de sí miles de muertos y heridos.

Con este dinero la Federación habría tenido que realizar un proyecto de "Educación deportiva integral en escuelas de fútbol" para tratar de paliar los efectos del siniestro. Pero seis años más tarde el propósito todavía no se ha llevado a cabo y, según indica este periódico, casi la totalidad de la ayuda fue desviada a otras cuestiones que el organismo federativo no ha aclarado en su totalidad.

Según recoge El Mundo los técnicos que tenían previsto viajar no llegaron a hacerlo pero desde el CSD y desde la Federación no quieren hacer declaraciones. Por su parte, el ministro de Deportes de Haití en el momento de la firma, Evans Lescouflair, asegura, según la información recogida, que hasta su salida no tuvo ninguna noticia más del proyecto

El ente, dirigido por Ángel María Villar, sostiene, sin documento acreditativo, que el gobierno haitiano no reclamó el "manual operativo de las escuelas de fútbol" ni el envío de material deportivo. Por esta razón desde el CSD se solicitó un informe sobre el destino del dinero que no convenció ya que se justifica con nóminas de entrenadores que habitualmente realizan su trabajo en las escuelas que gestiona la Federación y que, según la información recogida, no han viajado a Haití.

Una vez publicada la información, que pone en duda la gestión de Villar una vez más, no se han hecho declaraciones ni por parte de la Federación ni del Consejo Superior de Deportes. Quien sí ha hecho referencia a lo sucedido es el concejal socialista Antonio Miguel Carmona que se encuentra estos días en Haití invitado por organizaciones no gubernamentales y las monjas de la Caridad de San Vicente Paúl. Califica los hechos como "uno de los más repulsivos que pudiéramos conocer" y asegura que, en caso de confirmarse "deben presentar su dimisión irrevocable los responsables máximos de esta atrocidad".