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Mossos d'esquadra
Mossos d'esquadra

Los vínculos de Castellón con el imán de Ripoll

El imán de Ripoll murió a 11 kms de Vinaròs, primera población castellonense al salir de Alcanar rumbo a la Comunidad Valenciana. Pero tenía más relaciones con Castellón de las que se cree.

| Vicente Climent Edición Valencia

Lo primero que sorprende de la relación del imán con Castellón es que inicialmente se barajaran dos causas distintas para justificar su estancia en prisión y dos fechas diferentes de puesta en libertad. Seguramente la velocidad a la que se desarrollaron los acontecimientos fue la responsable de que algunos medios de comunicación dijeran que el Es Satty salió de la prisión de Castellón I el 5 de enero de 2012 tras cumplir condena por un delito de extranjería. Otros en cambio -como Esdiario- fijaban la excarcelación en el 29 de abril de 2014 y relacionaban su actividad delictiva con los estupefacientes.

La versión definitiva resultó ser la segunda, a la luz de las informaciones que señalaban que la subdelegación del Gobierno en Castellón firmó la orden de expulsión vinculada a una condena por tráfico de drogas. Dicha orden quedó sin efecto, sin embargo, al estimar el juez del Juzgado número 2 de lo Contencioso de Castellón un recurso del abogado de Es Satty por protección de derechos internacionales y no recurrir la subdelegación la anulación de la orden. Un recurso que permitió al imán seguir en España. Nuevas informaciones revelan la posible financiación del grupo que Es Satty capitaneaba con la venta en Vinaròs de joyas robadas.

Pero además de estos vínculos policiales y judiciales una serie de casualidades ligan ya para siempre a Es Satty y su base de Alcanar con la provincia de Castellón. Primero que nada porque Pau Pérez, el joven que fue apuñalado en su coche por el conductor de la furgoneta con la que se produjo el atentado de Barcelona, acababa de pasar unos días de vacaciones en la capital de La Plana.

También, curiosamente, un vecino francés de la urbanización de la localidad tarraconense de Alcanar en la que los terroristas acumulaban bombonas y preparaban el atentado fallido contra la Sagrada Familia, se llama Patrick Vinaros, como el pueblo castellonense vecino. Vinaros declaraba a El País que los habitantes del chalet “eran magrebíes que entraban y salían y descargaban cosas”. Ahora sabemos que básicamente trajinaban con bombonas de butano.

Y si esa coincidencia llama la atención, aún sorprende más recordar que el gas ya había unido hace cuatro años a las localidades de Vinaròs y Alcanar, con ocasión de los terremotos presuntamente provocados por la actividad del almacén submarino de gas Castor. Aquellos terremotos no causaron víctimas. El que ha provocado en todo el mundo la polarización de un imán, sí.