| 23 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Puigdemont, este jueves al anunciar que renunciaba a su candidatura a la investidura.
Puigdemont, este jueves al anunciar que renunciaba a su candidatura a la investidura.

Un grupo de abogados desmonta la chapuza de la querella de Puigdemont en la ONU

Junto a la retirada de su candidatura a la investidura, fue su otro gran anuncio el pasado jueves. Una denuncia contra España ante el Comité de Derechos Humanos. Fuegos de artificio.

| ESdiario España

Cuando el jueves Carles Puigdemont anunció desde Bélgica que retiraba su candidatura a la investidura para designar en su lugar a Jordi Sánchez, el expresident hizo otro anuncio solemne: que ese mismo día un grupo de abogados internacionales habían formulado en su nombre una denuncia contra España. Nada más y nada menos que ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU.

Una iniciativa, como muchas de las que ha protagonizado en el último año en el plano exterior, destinada al ridículo mundial. Al menos así lo adelantan un grupo de letrados reunidos en el colectivo Llibertats, nacido para desmontar las grandes falacias jurídicas del procés.

Según un comunicado difundido por este grupo y después de un análisis jurídico detallado de la querella, esta "no cumple con los requisitos establecidos en el Artículo 2 del Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, ni tampoco con el Reglamento del Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

Y es que, recuerda Llibertats, este órgano solo puede admitir a trámite aquellas denuncias que hayan agotado todos los recursos de las jurisdicciones nacionales. "El señor Puigdemont debería haber agotado todos los recursos de la jurisdicción en España para poder acudir al Comité de Naciones Unidas o demostrar que hay un retraso injustificado en la tramitación de los mismos o que resultan ineficaces", explica el análisis de la querella que ha realizado este colectivo.

Cabe recordar que la denuncia de Puigdemont hace referencia a tres supuestas vulneraciones de sus derechos fundamentales: el de participación política, el de asociación y reunión, y el de libertad de expresión y opinión. Para los tres supuestos hay vías jurisdiccionales en la justicia española. Además, el expresident ni siquiera ha recurrido su cese tras la aplicación del 155.

"Por lo tanto, no solo no ha agotado las vías jurisdiccionales internas, sino que ni siquiera las ha utilizado, requisito imprescindible para la posible admisión a trámite de la denuncia. El defecto resultará insubsanable por lo que deberá inadmitirse a trámite", concluye Llibertats.

Esta no es la primera vez que Puigdemont queda en evidencia ante la ONU. Ya le pasó con una carta en octubre de 2016 en la que pedía ayuda del organismo internacional para el procés.