| 26 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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España, un socio estratégico de China al sur de Europa

La inversión del gigante asiático en nuestro país superó la cifra récord de 1.600 millones de euros en 2016, adelantando a Italia, destino preferente hasta ahora en el arco mediterráneo.

| ESdiario Opinión

España recibió en 2016 un volumen de inversión récord procedente de China de 1.880 millones de dólares (1.603 millones de euros, según el cambio actual) como consecuencia principal de la adquisición de la empresa de servicios Urbaser.

Así se desprende de la Cuarta edición del Informe Esade 'Tendencias de la inversión china en Europa (2017-2018)', que revela que China se convirtió en 2016 en el segundo mayor inversor del mundo, alcanzando los 170.110 millones de dólares (145.000 millones de euros), de los que un total de 41.150 millones (35.000 millones de euros) tuvo como destino la UE, un 31% más que el año anterior.

De este modo, España se convirtió en el principal destino del Sur de Europa, por delante de Italia, que recibió 800 millones de dólares (683 millones de euros) gracias a las adquisiciones del Inter de Milán, la firma de joyería Buccellati o la de manufacturas Gimatic.

En Grecia, Cosco entró con una participación minoritaria en la red eléctrica Admie y, en Portugal, Fosun International anunció su intención de acudir a una ampliación de capital del Banco de Portugal, mientras que Hainan Airlines entró en la aerolínea TAP Air Portugal.

Se infensifica, por tanto, la alianza económica entre España y China, dos países que han estrechado sus lazos diplomáticos en los últimos tiempos, coincidentes a su vez con el auge del gigante asiático en el concierto internacional.

El ojo en las tecnológicas

La inversión china en sectores y empresas tecnológicas europeas en 2016 supuso 12.880 millones de dólares (11.000 millones de euros), un 31,3% del total, seguida de las que tenían como destino la industria (24,7%) y los servicios (16,2%), especialmente turismo, entretenimiento o medio ambiente.

Otros sectores de inversión más tradicional mantuvieron su atractivo, especialmente el de la energía y el inmobiliario, donde los fondos soberanos China Investment Corporation (CIC) y State Administration of Foreign Exchange (SAFE) incrementaron posiciones.

Por países, Alemania y Reino Unido concentraron en 2016 la mitad de la inversión China en Europa, con un 27,4% y un 25,5% respectivamente, gracias a que ambas economías "combinan un atractivo clima de negocios para las empresas extranjeras con oportunidades de inversión en sectores de elevado interés para las empresas chinas, como el inmobiliario o las infraestructuras tecnológicas".

España se convirtió en el principal destino del Sur de Europa, por delante de Italia, que recibió 800 millones de dólares gracias a las adquisiciones del Inter de Milán, la firma joyera Buccellati o la de manufacturas Gimatic

Entre ellos, se situó por primera vez Finlandia, segundo destino en inversión ese año gracias a la adquisición del 84% de la creadora de videojuegos 'Supercell Oy' por parte de un grupo de inversores liderado por Tencent, cuya operación se valoró en 8.600 millones de dólares (7.334 millones de euros) y fue la de mayor volumen de las realizadas por el país asiático en Europa en 2016.

La mayor operación en 2017

De la primera mitad de 2017, el informe de Esade destaca que, pese a que las operaciones fueron más escasas y de menor volumen, alcanzando los 15.300 millones de dólares (13.000 millones de euros), Italia incrementó sustancialmente su inversión y se convirtió el primer país en inversión china.

El país italiano se situó en primer lugar por delante de Reino Unido, Alemania y España, que fue el país donde se anunció la mayor operación con la entrada del fondo Orient Hontai Capital en la firma de medios Imagina Media Audiovisual.

En el caso del segundo semestre de 2017, la inversión china en Europa tampoco alcanzó las cifras del año anterior. Así, las operaciones anunciadas para este periodo no alcanzaron los 30.000 millones de dólares (26.000 millones de euros), un 25% menos que en 2016.

El estudio atribuye este hecho, entre otros factores, a las "medidas restrictivas para operaciones en el exterior que el Gobierno chino ha puesto en marcha para combatir la elevada deuda pública, el recalentamiento del mercado inmobiliario en la costa o las posibilidades de arbitraje internacional".

Además de a estas decisiones, que pueden afectar negativamente, tanto a operaciones en cartera como de inversión directa, la inversión china en la Unión Europea se enfrentará en los próximos ejercicios a una legislación comunitaria más exhaustiva en este rango de operaciones.