| 13 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Pablo Ruz: “Mazón ha sido capaz de despertar una profunda esperanza en el PP"

El autor de la ponencia del congreso del PP apuesta por la provincia como "institución, para reivindicar la Comunidad como región y España como nación, en un contexto europeo muy complicado"

| Á. Errazu / A. Maestre Edición Elche

El próximo sábado, 18 de julio, se celebra en el ADDA el XV Congreso del Partido Popular de la provincia de Alicante. El presidente de la Diputación, Carlos Mazón, asiste como laureado triunfador para hacerse con las riendas de la agrupación política y con el propósito de "reconquistar" la Comunidad Valenciana desde el sur.
La ponencia de este congreso reivindica el "alicantinismo" dentro del proyecto autonómico y nacional como eje central del discurso de los populares. El concepto «Centrados en lo que nos une» marcará las líneas maestras de la actuación del PP alicantino en los próximos años, con el objetivo de recuperar el gobierno de la Comunidad Valenciana tras las dos legislaturas del Botànic. Pablo Ruz, senador y portavoz del PP de Elche es el autor del documento.

-¿Su ponencia recupera el triángulo Murcia-Alicante-Madrid? ¿Tiene algo que ver con el alicantinismo?
Tiene mucho que ver. Nosotros no cuestionamos la idea de la Comunidad Valenciana como un proceso de éxito, pero reivindicamos el alicantinismo frente a otro tipo de centralismo, que es el centralismo valenciano. La presidencia de la Generalitat tiene que mirar más a Alicante.

Alicante es el gran motor económico de la comunidad y en parte también es el gran motor cultural de la comunidad. Los últimos seis años han sido de verdadero fracaso en ese sentido. Transitoriamente miramos a Murcia y a Madrid porque aún tenemos que reivindicar más fuerza frente a un Consell profundamente centralista, y eso a nosotros nos indigna y nos moviliza.


- ¿Ha precintado la vertebración el gobierno del Botànic?
Absolutamente. Ellos manejan como nadie la retórica. Dominan la propaganda, pero a la hora de la verdad, cumplimientos cero. Solo hay que ver cuánto han invertido en esta legislatura. Cuántas promesas se han quedado en promesas y no se han materializado. Cuántas visitas de Ximo Puig, con toda la ‘pompa’ y parafernalia que el presidente suele llevar se han quedado solo en visitas…

El PSOE y Alicante son dos realidades cada vez más distanciadas, y eso se nota en todo. Se nota en el peso que tiene Puig en Madrid y en que tiene Alicante en Valencia y a su vez en Madrid. O en las decisiones que toman los líderes socialistas en Alicante, que no son tenidas en cuenta en Valencia.


- ¿Una estructura más provincial que autonómica?
Nosotros decimos más provincia para hacer más comunidad y a la vez para hacer más nación. Son nuestros tres espacios. Una provincia fuerte, para reivindicar nuestro papel en el contexto  autonómico y una comunidad fuerte para reivindicar nuestro papel en el contexto nacional, del que formamos parte indisolublemente.

No podemos desvincular el alicantinismo del valencianismo, sino que el alicantinismo tiene que ser la fuerza y el motor, como siempre ha sido, para hacer a la Comunidad Valenciana grande


- ¿Ese no fue uno de los planteamientos del PP en los noventa?
Ese fue uno de los éxitos del Partido Popular con Eduardo Zaplana en su momento: Reivindicar la provincia de Alicante como parte fundamental de la Comunidad valenciana y como parte fundamental de España. No es que volvamos a reclamar aquello, es que nuestros postulados actuales -ante la realidad de este Consell profundamente centralista- es que hay que poner en valor Alicante y la provincia, y hay que dar protagonismo a Elche en Alicante y el gran potencial que tiene la provincia de Alicante en el contexto nacional, no solo en el regional.

- ¿Cuál cree que será la clave del éxito para que el PP recupere la Generalitat?
Pasa por tres ámbitos. El primero ya lo hemos superado, que es desvincularnos de la corrupción y de aquellos que usaron las siglas para lucrarse inmoralmente. Otra clave es un papel mucho más reivindicativo: No autonomista, no valencianista, sino defensor de lo que por naturaleza y por derecho nos toca. Defensor de la persona como centro de toda acción política y de la Comunidad Valenciana como parte de España para hacerla grande y para que esa grandeza al final nos repercuta. Y en tercer lugar, un replanteamiento de las instituciones y de las formas.

Yo veo a Puig que es un hombre que lleva en política desde los años ochenta y, desde luego -con treinta y seis años que tengo- me produce de todo menos empatía e ilusión. Él ya estaba en política cuando yo nací. Yo creo que esta nueva generación de políticos como Carlos Mazón, Eduardo Dolón o Toni Pérez ha llegado para devolverle la ilusión a la gente, y para hacer ver que la Comunidad Valenciana es parte indisoluble de España, y Alicante es parte indisoluble de la Comunitat. Eso se tiene que manifestar en inversiones y en compromisos reales, y no en palabrería que es lo que la izquierda hace tan bien.


- El sábado celebran el «XV Congreso Provincial del PP de Alicante», una semana después el de la provincia de Valencia y luego queda el regional ¿Habrá cambios en el congreso autonómico?
Yo creo que esto va por fases, y a medida que avancemos se irá viendo cómo tenemos que ir solventando las cosas. La rapidez de todo se produce gracias a la llegada de Pablo Casado a la presidencia del partido. Es quien promueve un congreso para Alicante ágil, fácil, tranquilo y en paz –va a ser un paseo militar positivo para Carlos Mazón-. Plantea la resolución del congreso municipal local de Valencia y la resolución del congreso regional provincial valenciano después de tres años. La dirección nacional del partido quiere que la Comunidad Valenciana tenga la fuerza propia de una estructura interna y de un partido fuerte como hemos sido siempre.

Aquí hay un PP, un único PP que convirtió en su momento -con Camps, Zaplana y con todos los que han presidido el partido- en una referencia para el Mediterráneo, y no tenemos que tener ningún complejo en destacarlo 

Ahora mismo toca hacer fuerte Alicante para hacer fuerte a Valencia y para hacer fuerte a España. Yo creo que esos son los tres objetivos. Pero insisto, no podemos desvincular el alicantinismo del valencianismo, sino que el alicantinismo tiene que ser la fuerza y el motor, como siempre ha sido, para hacer a la Comunidad Valenciana grande. Los mejores presidentes que ha tenido la Comunidad Valenciana han salido de esta provincia.


- Zaplana tiene una situación judicial muy complicada, así que reivindicarle resulta un tanto llamativo…
Yo no reivindico a Zaplana. Reivindico a Zaplana, a Camps y a Isabel Bonig y a todos los que han estado al frente del partido en su momento. Nunca he sido ‘zaplanista’ y creo que hay que pasar página de todo eso del ‘zaplanismo’, del ‘campismo’ y de todas esas historias que al final hicieron  junto con lo otro- que el descrédito se instalara en gran parte de la opinión pública. Aquí hay un PP, un único PP que convirtió en su momento -con Camps, Zaplana y con todos los que han presidido el partido- en una referencia para el Mediterráneo, y no tenemos que tener ningún complejo en destacar lo que nuestros miembros del partido han llegado a hacer por la Comunidad Valenciana.


- ¿Se abre la ‘etapa del mazonista’?
Las etapas son inevitables. Ahora va a estar Carlos Mazón al frente de la provincia de Alicante en el partido. Creo que Mazón está siendo capaz de despertar una profunda esperanza en los afiliados. La provincia de Alicante ha sido siempre el territorio con más afiliados de España - además de Madrid-, es la más fuerte, y Carlos ha sabido conectar con las agrupaciones locales, que en definitiva son las grandes movilizadoras. Ahora el presidente va a ser Carlos Mazón y estamos todos a una con él.
Es absolutamente esperanzador, relajante y motivador no tener que estar pensando en cuestiones internas. Saber que estamos todos a una y que ese tiempo que pierdes en cuestiones internas lo vas a poder emplear ahora en las cosas verdaderamente importantes. El partido no es un fin. A mí no me gusta el concepto de ‘hombre de partido’. Es un concepto que me chirría. Los partidos no pueden ser fines. Nadie puede ser ‘persona de partido’. El partido son herramientas para servir a la sociedad, como decimos en la ponencia. Para realmente convertir al ser humano en el centro de toda acción política. Son las convicciones de mi partido, que cree en un profundo humanismo, entendido también como un medio de acción para servir al ser humano.


- ¿El PP puede gobernar si no es llegando a un acuerdo electoral con Ciudadanos?
En el PP ahora iniciamos una culminación de un proceso de recuperación interna, con Carlos Mazón, María José Catalá y Vicente Mompó. Ese es el primer paso para culminar un proceso de recuperación interna. Ahora nos queda el segundo, que es plantear un proyecto. Y en tercer lugar, hacer que ese proyecto sea creíble y que sea mayoritario. Volver a ser el partido en el que quepamos todos. La Comunidad Valenciana hasta 1995 era un feudo del socialismo. Durante los siguientes veinte años -1995 a 2015- la Comunitat se convirtió en la gran fuerza de centro-derecha. En ese espacio tenemos que volver a aglutinar a todo el mundo. Eso pasa por buscar a otras formaciones políticas, exhortarles a que vuelvan a casa –que aquí todo el mundo es bien recibido-, y como el hijo pródigo, saldremos al encuentro con los brazos abiertos, como dice la cita evangélica, para que se sientan parte integrante de este proyecto.

El gobierno de Puig ha desmantelado el gran éxito sanitario que puso en marcha el PP, que es la colaboración público-privada 


- ¿Ese alicantinismo que usted defiende no va a chirriar en la provincia de Valencia?
Yo no creo que chirríe. Ellos reivindicarán el valencianismo constructivo, porque también están sufriendo las consecuencias ideológicas de un Consell profundamente centralista. Valencia ciudad quizá no tanto, pero en el resto del conjunto de la provincia de Valencia sí. Es que Ximo Puig se ha dedicado estos años a emplear el nombre de la Comunidad Valenciana como un eslogan y a no hacer absolutamente nada. A comprometerse mucho y a no realizarlo. A hacer una política de mucho gesto y de nula gestión. Eso se ha visto en las listas de espera, en los desastres de la sanidad pública o en el desastre del desmontaje y desmantelamiento del gran éxito sanitario que puso en marcha el Partido Popular, que es la colaboración público-privada en materia sanitaria. El Hospital del Vinalopó de Elche es el mejor ejemplo -y el Hospital de Torrevieja y el Hospital de Dènia- frente al desastre en el que han convertido el Hospital de Alzira.

Eso es Ximo Puig, un presidente que no ha sido capaz de construir ni un solo colegio en cuatro años y medio. El Partido Popular -solamente en Elche- desde el año 1996 hasta el 2015 invirtió sesenta millones de euros en materia educativa, que se dice pronto. Esta legislatura cero euros. Así es Ximo Puig. Por eso reivindicamos el alicantinismo y el valencianismo como provincia.

La provincia es la institución política más antigua de España junto con la Corona. Son doscientos años de historia. Algunos desprecian dos siglos de historia porque asocian la provincia al centralismo, sin saber que el modelo provincial de 1833 –que puso en marcha Cea Bermúdez- era el modelo que se intentó implantar en Europa para descentralizar. Tenemos un presidente que no cree en la realidad histórica del antiguo Reino de Valencia y de la Comunidad Valenciana. Que cree que somos un apéndice de una región hermana, situada al norte de nosotros, que es Cataluña, con la que no tenemos ningún vínculo más que como el que tenemos con cualquier otra región española. Pensamos que hay que reivindicar la provincia como institución, para reivindicar la Comunidad Valenciana como región y para reivindicar España como nación, en un contexto europeo muy complicado ante la que se avecina.