| 28 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Rajoy y Sánchez, sonríen en un encuentro en La Moncloa.
Rajoy y Sánchez, sonríen en un encuentro en La Moncloa.

Sorpresa: Sánchez apuesta con “buen rollo” por uno de los sucesores de Rajoy

Acertar en el pronóstico resulta siempre complejo con la línea de meta aún tan lejana. A dos años vista, el secretario general del PSOE ha sido incapaz de sustraerse al envite.

| Ricardo Rodríguez Opinión

Ríos de tinta hizo correr semanas atrás el posado de Pedro Sánchez junto a Mariano Rajoy en la cena de gala ofrecida por los Reyes en honor del presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, durante su visita de Estado a España. Aquella recepción en el Palacio Real dio además para otros momentos de gran interés. Para muestra, la cordialidad que llegaron a evidenciar el propio Sánchez, Albert Rivera y Alberto Núñez Feijóo. Entre risas, secretario general del PSOE, líder de C´s y presidente de la Xunta de Galicia se prestaron a bromear sobre la circunstancia de haber sido sentados juntos a la mesa. ¿Tres candidatos para las generales de 2020?

Saber quién sucederá a Rajoy al frente del PP se ha convertido en una gran pieza política a escudriñar. Para propios y, evidentemente, extraños. A dos años vista (plazos probables para la cita con las urnas a La Moncloa) el envite apenas puede tener valor porque, como en la vida misma, depende sobre todo de los acontecimientos. Núñez Feijóo ya constituye uno de los favoritos en las quinielas internas de los populares, pero el pronóstico – o intuición- del secretario general de los socialistas, al menos a día de hoy, también parece pasar por el actual presidente gallego como su probable rival en la contienda electoral.

Ahora bien, Sánchez se muestra siempre en conversaciones privadas respetuoso con ese proceso interno que deberá emprender el Partido Popular, una carrera plagada de dificultades y, a priori, con varios candidatos en liza, aun cuando despunte con fuerza Núñez Feijóo frente a otros nombres como Soraya Sáenz de Santamaría  o María Dolores de Cospedal. La razón esencial: su robustez política. En estos momentos, al igual que en las filas del centro-derecha, el secretario general del PSOE sólo ve al dirigente gallego como relevo y, por ende, un candidato difícil de batir.

¿Acaso algo le ha dejado entrever el propio Mariano Rajoy al respecto en sus numerosas conversaciones alejadas de los focos en el Palacio de La Moncloa? Quién sabe. Desde luego, Sánchez elude hablar con profusión de su acercamiento al poder, en este caso, a Rajoy, incluso con su entorno más cercano. Sin embargo, cuenta con la retirada del presidente del Gobierno como cartel electoral. Por eso, el secretario general del PSOE siempre ha dado por descontados los Presupuestos Generales del Estado de 2018 y la prórroga de los siguientes, para que los comicios sean en 2020.

Para entonces, Sánchez deberá afinar su estrategia para lograr un buen resultado antes de optar a ocupar el despacho principal de La Moncloa. Antes, las municipales y autonómicas representan un salto  de enorme importancia. “Si esas citas van bien, Pedro Sánchez llegará al final de la Legislatura reforzado y tendrá margen de maniobra porque se hará evidente que las siglas están en condiciones de dar la batalla por encima de cualquier otra circunstancia”, aclara uno de los expertos socialistas en cuestiones electorales. Si fuera al contrario, si el PSOE se desangra, “Pedro tendrá inalcanzable entusiasmar a las masas”.