| 24 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Los afectados por el caso Volkswagen siguen esperando una llamada

Según denuncia la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el fabricante de automóviles Volkswagen sólo ha conectado con una minoría de los clientes afectados por las emisiones.

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Han pasado siete meses -septiembre de 2015- desde que saliese a la luz que Volkswagen había instalado ilegalmente un software para cambiar los resultados de los controles técnicos de emisiones contaminantes en 11 millones de automóviles con motor diésel, vendidos entre 2009 y 2015 a escala mundial.

Destapado por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), los vehículos diésel de Volkswagen quedaban señalados, especialmente en un país, EEUU, en el que la compañía catalogaba estos motores de más limpios que los gasolina. La EPA concluyó que, según sus investigaciones, los Volkswagen diésel afectados superaban en 40 veces los límites permitidos por la legislación norteamericana.

La respuesta del fabricante, que se ha disculpado reiteradamente y ha empezado a tomar medidas al respecto -indemnizaciones incluidas a los clientes afectados en Estados Unidos- le ha reportado caídas importantes en bolsa y la desconfianza del cliente, una de las grandes bazas ganadas por parte de Volkswagen en las últimas décadas.

Con casi todas sus marcas (Volkswagen, Audi, Skoda, Seat… hasta Porsche) afectadas, la Comisión Europea (el órgano legislativo en el Viejo Continente) instaba el pasado mes de enero al fabricante a tomar las mismas medidas que al otro lado del charco. Volkswagen descartaba esa posibilidad, y contestaba que en “el periodo más corto de tiempo posible” los clientes serían llamados con “la mejor solución técnica posible”.



Sin embargo, en estos dos últimos meses, cuando se esperaba masivamente la recepción de llamadas por parte de los usuarios, la compañía sólo ha contactado con “una pequeña minoría” de ellos para que acudan al taller a reparar sus vehículos afectados, según desvela la OCU, que añade que se necesita que las autoridades de homologación (la KBA en Alemania y el Ministerio de Industria, Energía y Turismo en España) autoricen dichas operaciones, algo que, según la OCU, sólo se ha producido para el pick-up Volkswagen Amarok.

En este sentido, la asociación destaca que los primeros anuncios sobre las “inminentes” revisiones de los vehículos afectados se habían pospuesto para marzo. Sin embargo, el tercer mes del año ha terminado y la “inmensa mayoría” de los propietarios de los coches envueltos en esta campaña “siguen sin recibir” la llamada.

La OCU asegura que esta actitud “no es una buena noticia”, confirmando su intención de plantear una demanda colectiva contra la compañía, con el fin de reclamar por los perjuicios causados a los propietarios de los coches afectados. Además, pide a los responsables de Volkswagen que se abstengan de anunciar nuevos plazos para el inicio de las reparaciones hasta que sean capaces de establecer un calendario “realista” para éstas.