| 16 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Tardá y Rufián, "operación asalto" a la Generalitat.
Tardá y Rufián, "operación asalto" a la Generalitat.

Tardá mete miedo a Torra esbozando su plan con Rufián para echarle del Palau

El exportavoz de Esquerra, que ya ha aterrizado en Cataluña para su nueva "misión", ha firmado un artículo de opinión con su hoja de ruta para el asalto al poder en Cataluña.

| ESdiario España

En Cataluña comienza a ser un clamor la operación Tardá, el sorpasso, el asalto de Esquerra a la Generalitat. El alfil es Joan Tardá, desplazado de Madrid a Barcelona; su peón es Gabriel Rufián, su hombre fuerte en Madrid; y el momento, el otoño próximo cuando el Tribunal Supremo haga pública la sentencia contra el procés, que previsiblemente confirmará las duras condenas a Oriol Junqueras y retratará por "cobarde" a Carles Puigdemont.

Tardá ha firmado un artículo en El Periódico, titulado Diálogo, negociación y acuerdo en beneficio de todos, en el que esboza su plan, junto a Rufián, para los próximos meses. Que parece pasar por permitir la investidura de Pedro Sánchez y, lejos de nuevos órdagos que defiende Puigdemont y Torra, convocar elecciones anticipadas en Cataluña.

Vistiéndose de moderado y con un tono de estadista, Tardá comienza su argumentación asegurando que "la mitad de los catalanes son independentistas, por lo que ninguna solución podrá ser asumida nunca como tal si excluye la mitad de Cataluña". Pero, añade acto seguido: "De igual manera, la contraparte independentista ha de asumir que todo instrumento democrático capaz de metabolizar el conflicto solo será efectivo si los catalanes no independentistas se sienten integrados en él".

"Tras la sentencia del Tribunal Supremo aparecerán otros escenarios", reconoce Tardá, el favorito para asumir el papel de candidato a la Generalitat. Tal vez por eso, reclama el dirigente de Esquerra "una convocatoria electoral insoslayable y, creo, imprescindible".

Una cita con las urnas, que a juzgar por las encuestas y las tendencias del 28-A y el 26-M puede significar el fin del gobierno de Torra, teledirigido por Puigdemont desde Waterloo.