El presidente del PP reivindica a Fabra, Camps y Zaplana y pide trato para éste último.
El presidente del PP, Pablo Casado, ha presentado a los candidatos municipales de Valencia, Alicante y Castellón con honores y se ha dado un baño de multitudes ante cientos de militantes y simpatizantes del partido, llegados de todos los puntos de la Comunitat Valenciana. A la entrada en el Auditori Mar Rojo de l'Oceanogràfic de Valencia, abarrotado, ha exhibido músculo junto a la presidenta autonómica Isabel Bonig, quien lo ha llevado al escenario entre muestras de cariño de todos los presentes.
Casado ha recordado que fue Ciudadanos el que exigió la caída de Rita Barberá en "para cerrar un acuerdo de Gobierno con Rajoy"; acuerdo que "hizo mucho daño" -ha remarcado- y que la exalcaldesa decidió entonces "anteponer los intereses de Valencia y España a los suyos". Por eso, ha afirmado que existe "un pleno respeto a su legado, su memoria y su familia" y ha sentenciado que Mª José Catalá "va a encarnar ese espíritu". El líder del PP ha apostado en su intervención por un discurso centrado en la Comunitat y ha incidido en que su compromiso es que la autonomía "pese en España" y para ello ha considerado fundamental un partido unido y fuerte como el que existe en la Comunitat Valenciana.
El presidente nacional ha afirmado que se va a "apostar por los mejores" para recuperar "esa Comunitat de la que me estamos orgullosos" y no ha dudado en reivindicar el legado de los expresidentes de la Generalitat Eduardo Zaplana, Francisco Camps y Carlos Fabra y ha apostado por una estrategia de "tolerancia cero contra la corrupción". Además, ha pedido "trato" para el primero de estos expresidentes, Zaplana.
Catalá quiere al catalanismo y al separatismo "fuera de Valencia"
La primera en tomar la palabra ha sido la candidata a la alcaldía de Castellón, Begoña Carrasco, que ha dado las gracias a Casado "por hacernos recuperar la ilusión a todos". Seguidamente, lo ha hecho Luis Barcala, el actual alcalde de Alicante, quien ha destacado que "el gobierno de izquierdas -de su ciudad- perdió la alcaldía en este mandato sin gestión alguna".
Después ha intervenido la candidata a la alcaldía de Valencia, María José Catalá. Tras hacer un guiño al expresidente de la Generalitat Alberto Fabra con un "gracias por todo", a Eusebio Monzó y a la exalcaldesa de Valencia Rita Barberá, entre otros, ha explicado que se presenta a encabezar la candidatura al Ayuntamiento valenciano por tres aspectos: "Porque adoro esta ciudad y no me hace falta más, creo firmemente que puedo ser alcaldesa y recuperar este ayuntamiento para todos y porque creo que es el mejor servicio que puedo prestar al partido, a mi tierra y a mi país".
La torrentina, que ha dicho también estar "tremendamente orgullosa" de Torrent y de haber sido alcaldesa de esta localidad, ha anunciado alguno de sus retos: que la 'Senyera' vuelva a entrar en la Catedral, recuperar el tráfico de una ciudad colapsada y convertirla en un referente de las nuevas tecnologías. Además, ha aprovechado su intervención para recordar su paso como consellera de Educación y ha dicho que quiere "que el catalanismo y el separatismo quite las manos de esta ciudad", y que "no haya Reinas Magas, sino Reyes Magos".
También ha tenido palabras para Isabel Bonig y para Pablo Casado. A la primera le ha dicho que "voy a devolverte con votos la confianza que me has dado y tu serás la primera presidenta de la Generalitat". Al segundo, le ha prometido el habitual cupo de votos valencianos para recuperar la Moncloa.
Bonig dice que la Comunitat va a llevar a Casado a la Moncloa
Por su parte, la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, ha afirmado que "vamos a arrasar y a gobernar. Que tiemble el tripartito", ha gritado. La líder popular le ha asegurado a Pablo Casado que la Comunitat Valenciana "te va a llevar a la presidencia de España como siempre hicimos" y ha recordado que los populares "nacimos con clara vocación de servicio", para anunciar que cuando "gobernemos, terminaremos con las listas de espera en Sanidad, con el requisito lingüístico y bajaremos los impuestos como el IRPF y aboliremos el de Patrimonio y el de Sucesiones".
También ha utilizado el fantasma del catalanismo al señalar que el "nacionalismo y el populismo son la enfermedad de la democracia del siglo XXI. Nos enfrentamos en el PP a la izquierda y la extrema izquierda y tenemos que ser un partido reformista y no un partido reaccionario".
En este sentido, Bonig ha recodado al Consell que "no puede dar lecciones cuando tienen sentencias condenatorias por negar derechos fundamentales a la oposición" e imponer una política educativa y subvenciones a entidades catalanistas.