| 09 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Policía y Guardia Civil trazan un plan contra el kamikaze de Mas

Los secesionistas tensan la cuerda hasta extremos insoportables avanzando en su delirante hoja de ruta, que el próximo lunes provocará un cisma sin precedentes en el Cámara catalana.

| Redacción España

El pleno parlamentario en el que las fuerzas separatistas aspiran a proclamar la "ruptura" y "desconexión" de España está servido para el "simbólico" 9 N, aniversario de la pseudoconsulta ilegal que derivó en la declaración de Artur Mas ante el TSJC (el no menos emblemático 15-O) como imputado en la querella por sus presuntas responsabilidades penales.
 
Las radicales Candidatures d´Unitat Popular (CUP) han forzado a Junts pel Sí (la coalición impulsada por una decrépita CDC y una ERC que de cara al 20-D ha abandonado a su suerte al partido de Mas) a celebrar sí o sí el próximo lunes y antes de la sesión de investidura del president de la Generalitat el pleno en el que pretenden desafiar la legalidad vigente y aprobar su resolución de desobediencia al Estado y de inicio del proceso hacia la independencia... que daría pie a una fulminante reacción de impugnación del Tribunal Constitucional.

A la sede del Alto Tribunal en Madrid acuden este miércoles los líderes de los grupos parlamentarios de Ciudadanos, PSC y PPC, Inés Arrimadas, Miquel Iceta y Xavier García Albiol para presentar  de forma conjunta un recurso de amparo en vísperas de una declaración secesionista que ha llevado a reiterar al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que su departamento tiene previsto un "plan de contingencia" ante un escenario de sedición aunque ha apostillado que "la Guardia Civil no desfilará por la Avenida Diagonal de Barcelona". "No somos tan tontos como ellos creen", ha zanjado.

El también cabeza de cartel de los populares catalanes para los próximos comicios generales ha verbalizado que "las Fuerzas de Seguridad del Estado están preparadas para actuar en Cataluña si los tribunales se lo piden" invocando las "medidas coercitivas" que podrían aplicarse si así lo requirieran las autoridades judiciales con el fin de no implementar ninguna propuesta derivada de la resolución que JxSi y las CUP pretender aprobar el próximo lunes en un Parlament dividido y adornado de unas cotas de tensión inauditas.

Y es que las escenas vividas en las últimas horas en la Cámara catalana no tienen parangón alguno en la historia reciente de una institución muy poco dignificada por actitudes y comportamientos de sectarismo y manipulación política que ha provocado exclamaciones como la de García Albiol acusando a la flamante presidenta del Parlament, Carme Forcadell, de dirigir la Cámara como si estuviera todavía al frente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC).

Toda una presidenta que, a la carrera, por los pasillos del edificio del Parc de la Ciutadella, balbuceó que sigue "según lo previsto" la intención de presidir el día 9 el pleno para debatir y votar la resolución rupturista después de la no menos caótica reunión de este martes de la Junta de portavoces del Parlament sin la presencia de representantes del PPC no constituidos aún como su grupo.
 
Su presidente, Enric Millo, a las puertas de la sala de la reunión rodeado de un ejército de representantes de medios de comunicación (en otra escena impropia de una Cámara legislativa) ha tildado la misma de "ilegal".

Millo, por cierto, se está perfilando como una pieza clave (de nuevo) en calidad de portavoz de un PPC en el Parlament que según ha confirmado El Semanal Digital ha sufrido la sorprendente e inesperada renuncia de su número tres: Antonio Gallego, ex portavoz adjunto en el Congreso e integrante, en la finiquitada legislatura, del equipo económico de Cristóbal Montoro.

El combativo Gallego dejará también su acta de concejal en su localidad del Prat de Llobregat, todo ello por "motivos personales".

Según ha podido saber este periódico, Gallego presentó su renuncia directamente ante el registro del Parlament ante la atónita mirada de la diputada Esperanza García (número cuatro en la lista de los populares). "Si hubiera hablado antes con Alicia (Sánchez Camacho) o Xavier (García Albiol) me lo hubieran impedido a toda costa, me hubieran podido convencer", ha revelado el ya ex dirigente pratense (muy agotado) a su círculo privado.