Bascuñana, Eva Ortiz y el día de puertas abiertas en los conventos de Orihuela

Emilio Bascuñana será el candidato a  la Alcaldía de Orihuela gracias a las gestiones realizadas con el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, que “ha impuesto” al actual alcalde frente al aparato del PPCV controlado por Isabel Bonig y su número dos, la oriolana Eva Ortiz, “enemiga” declarada del primer edil.

Eso sí, nadie sabe, ni tan siquiera el secretario general de PP, Teodoro García Egea, que hoy ha visitado Orihuela, donde ha hecho una dura crítica contra Ximo Puig por el presumible adelanto de las elecciones autonómicas, quiénes irán en esa lista y cuántos de esos serán de la confianza del actual alcalde oriolano. Hay que recordar, que la ciudad donde nació el poeta Miguel Hernández siempre ha sido un enclave fiel al PP, pero ahora se tiene ciertas dudas ante la irrupción de otras fuerzas de derecha que pueden restarle votos.

Pero Orihuela siempre ha sido ‘popular’. Hay una anécdota que en su día contaba con orgullo y humor  a un corrillo de periodistas desplazados al hermanamiento entre Orihuela y Fuente Vaqueros (Miguel Hernández-García Lorca) en el que el ex alcalde y ex conseller de Obras Públicas, Luis Fernando Cartagena, afirmaba que “Orihuela siempre había votado al PP, y si teníamos alguna duda, abríamos los conventos para conseguir un buen puñado de votos ese domingo”. Ya menos en broma, afirmaba que Miguel Hernández era una persona muy normal, de derechas, católico y asiduo visitante de la biblioteca de Luis Almarcha, sacerdote y canónigo de la concatedral oriolana. Más adelante, la vida le hizo “rojo, muy rojo”.

Pero volviendo a Bascuñana, García Egea no ha querido desvelar lo que pasará con el presidente local, el hombre próximo a Eva Ortiz, Dámaso Aparicio. Es evidente que el pulso con la cúpula regional lo está ganado Emilio Bascuñana, aunque también lo es que no es igual concurrir a unas elecciones municipales con una lista de “fieles” que meterte al “enemigo” en tu despacho, si es que ganan los populares en Orihuela. La decisión la tiene el comité local y regional, es decir, Pablo Casado, cuya mano es muy alargada, al menos, hasta el 28 de abril.