Real Madrid: Los poderosos motivos por los que Benzema merecía lucir su esmoquin

Nadie lo hubiera imaginado al principio de temporada. Lionel Messi quedó huérfano tras la marcha del portugués Cristiano Ronaldo del Real Madrid en 2018 y con ello la competitividad de cualquier otro jugador no solo al Trofeo Pichichi como máximo goleador, sino también resultaba complicado que en España surgiera otro serio candidato al mayor galardón del fútbol mundial: el Balón de Oro.

Su nombre y apellido es Karim Benzema. El francés llevó a los blancos a conquistar su Campeonato Nacional de Liga número 34, prácticamente en solitario en la composición del ataque. El belga Eden Hazard se mantuvo lesionado en gran parte del año y el galés Gareth Bale estuvo ausente, aunque su caso es mucho más extra deportivo.

Benzema superó en esta 2019-20 su media histórica con el equipo madridista con 26 tantos en todas las competiciones a falta de la conclusión de la Champions, en la cual el Madrid, de momento deberá enfrentarse en el partido de vuelta pendiente contra el Manchester City. El francés anotó 21 goles en total por liga en una cuenta nada diferente a la de Messi, quien resultó el ganador con 25 dianas.

De los 21 de Benzema se desprenden 13 marcados en jugada de pie, dos de cabeza, cinco penaltis y uno por falta. Mientras que los 25 de Messi: 13 de pie, cinco penales, cinco faltas y cero de cabeza.

La temporada menos productiva en goles y asistencias

Estadísticamente, no ha sido la temporada más productiva ni en goles ni en asistencias (8), pero su figura ha crecido hasta convertirse en el hombre más determinante del Real Madrid. Tanto así que en el mundo periodístico y de los conocedores de fútbol se le valora más su aporte como "influenciador" en el juego y las veces en las cuales su cerebral método para conducir al equipo, se ha traducido en goles y en triunfos para el Real Madrid.

Lo que vale Benzema se traduce, en el hecho de que es el goleador de un equipo que debió vencer la tormenta tras la era post-Cristiano y no contar con un aliado en el ataque más allá de las esporádicas ocasiones en las que apareció el joven Vinicius. Terminó en el papel de escudero Sergio Ramos, de quien se sostuvo también en gran parte la liga del Madrid.

La temporada pasada el ex Olimpique de Lyon (Francia) acabó con 30 dianas y 11 pases de gol y este año lleva entre todas las competiciones 24 goles y otras 11 asistencias en todas las competencias. Se sabe que la valoración para otorgar el Balón de Oro se toma cada 12 meses calendario, pero dejar datos tan importantes de lado resulta difícil, más cuando muchos vaticinaban a fines de 2019 que el Madrid necesitaba una renovación profunda, en la cual estaba incluido Benzema, quien no es señalado debido a su edad (32) por su rendimiento: otro punto importante para él.

 Benzema es de los jugadores del mundo más infravalorados. Es alta clase, muy difícil de defender porque no juega solo de nueve, va por el costado, por todos sitios. Tiene muchas cualidades y hace centros, va bien de cabeza (...) ¡Qué más les puedo decir de él", llegó a decir el entrenador del PSG, Thomas Tuchel, en noviembre. Y sin dudas, el técnico tiene razón.

La valoración hacia Benzema está centrada más allá de los datos; de un gol o una asistencia. Y Allí se basada su favoritismo - además de que indudablemente ejecutó una buena temporada - para ser uno de los candidatos serios al Balón de Oro.

El peor Pichichi de Messi

En contraposición, y en honor a la verdad, hay que decir que el Pichichi de la 2019-20 será el de menos goles de los últimos años para Messi, quien lleva siete en su palmarés: 30, 34, 50, 46, 34 y 36 dianas las últimas vez que lo conquistó.

Asimismo, y, con el pase de gol que brindó a Ansu Fati para el 0-1 en el minuto 24 ante el Alavés, el argentino estableció una nueva marca en La Liga en el capítulo de asistencias (21). Los números están allí y la valoración de un jugador y otro lo marcaría en gran parte La Liga, además de lo que pudieran hacer estos determinantes jugadores en Champions (un torneo más que pesado en la decisión de la mayoría para votar al Balón de Oro).

 Lo cierto del caso, es que con la suspensión del galardón, el fútbol se hace muy cruel para el francés, quien al menos debió lucir su esmoquin como recompensa a su temporada con un título en el bolsillo, mientras que Messi deberá gastar su último cartucho.