Metro Valencia inventa un cargo para que un alcalde pueda cobrar de director

MetroValencia contará por primera vez, tras 33 años de historia, con dos directores. Un gerente, como era tradicional,  y un director de gabinete de gerencia, una plaza de nueva creación que tiene el máximo nivel retributivo en la empresa pública.

El gobierno valenciano acaba de aprobar que el nuevo puesto lo desempeñe el alcalde de Paterna, hasta ahora responsable de Talleres. Juan Antonio Sagredo  ha venido compatibilizando de forma  singular el trabajo en ferrocarriles con su responsabilidad pública, en una localidad que supera los 70.000 habitantes. De hecho, sindicatos y oposición han venido resaltando las reiteradas ausencias del munícipe en FGV.

Esta es la segunda vez en un año que Sagredo se beneficia con una operación de ingeniería política para seguir siendo uno de los políticos que más cobran en la Comunitat. En mayo pasado, la firma publica acordaba ascenderlo. El acuerdo lo firmó el jefe de personal de FGV que estuvo contratado por el propio Sagredo en una empresa del Ayuntamiento de Paterna.

Sagredo arrasó en las elecciones de mayo. Pasó de seis concejales a trece. Su nombre llegó a ser barajado incluso como presidente de la Diputación Valencia, aunque finalmente no fue incluido entre los diputados socialistas en la corporación provincial.

El alcalde de Paterna, uno de los políticos que más cobra de la Comunitat con su "pluriempleo"

El premio para Sagredo vino el pasado viernes. El Consell de Ximo Puig lo nombraba director del gabinete de la gerencia en Ferrocarrils, un puesto que en su día se "pintó" en el último organigrama de la empresa, si bien la anterior consellera no activó ante las críticas suscitadas. Una canonjía en opinión de responsables sindicales.

Ha sido ahora el nuevo titular de Transportes, Arcadi España, el ex jefe de gabinete de Ximo Puig,  quien en una de sus primeras decisiones en el cargo decide ascender de nuevo a su compañero de partido al nivel 18.

El nombramiento de Sagredo se produce en un momento en el que la ciudad recibe una importante afluencia de turistas en plena temporada estival y con un servicio, tanto de tranvía como de metro, que ha reducido su frecuencia, incluso en algunos tramos de línea hasta en una hora. La empresa pide "comprensión" a los clientes.