| 07 de Abril de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse

Los regates que marcaron un antes y después en el fútbol español

Los regates de ídolos futbolísticos como Messi, Ronaldo, Zidane y Ronaldinho han pasado a la historia de lo mejor del balompié mundial.

| A. Pirela Deportes

De hermosas jugadas está repleto el deporte rey, pero hay algunas que nos han marcado y se han quedado en nuestra memoria durante décadas. Es por eso que hoy enseñamos un breve recuento de aquellas jugadas y regates que han brillado en la Primera División del balompié de nuestro país y han deleitado la retina del espectador futbolero.


La bicicleta de Ronaldo

El Fenómeno, como muchos le llamaban, marcó un antes y un después en su posición como delantero desde su llegada al fútbol español. Ya fuese por su peculiar forma de definir los mano a mano antes los guardametas rivales, o su contextura gruesa debido a un hipotiroidismo que le afectó en la segunda mitad de su carrera, Ronaldo Nazario siempre destacó sobre los demás nueves por un movimiento y regate de piernas que le ayudaban a dejar regados a zagueros rivales por el camino. Su famosa bicicleta.

 

El regate pegado a la bota de Messi

El máximo artillero en la historia de la Liga. Desde su debut hace más de 15 años, el argentino ha batido el arco rival en más de 640 ocasiones con el Barcelona, lo que le ha convertido en un ícono de la entidad catalana, y el mayor referente del fútbol en las últimas décadas. Leo Messi, desde que comenzó a jugar a la pelota, se ha caracterizado por una forma muy curiosa de llevar el balón cuando se mueve por el campo de juego: pareciera que la llevara pegada al botín.


Esta conducción en su juego lo ha hecho superar rivales una y otra vez a lo largo de los años
y, aunque parece que su regate hacia la izquierda es predecible siempre, en la mayoría de los casos le resulta imposible al rival arrebatarle la esférica.


La ruleta de Zidane

El actual míster de los merengues ha tenido un paso brillante por la Casa Blanca, dejando múltiples títulos tanto en su faceta de entrenador como en la época de antaño formando parte de los denominados galácticos. El francés tenía una amplia visión dentro del campo, lo que le hacía una pieza fundamental en el esquema de juego del Real Madrid y, aunque no era el jugador más veloz o fuerte de los once, se destacaba por algo más: su técnica y calidad de juego.


Zizou deslumbró a través del tiempo con una jugada muy característica de él enmarcada como «la ruleta de Zidane» con el pasar de los años; movimiento que le ayudó a eludir rivales en múltiples ocasiones, dejando una pincelada de calidad cada vez que recurría a ella.


La elástica de Ronaldinho

El Barcelona siempre se ha caracterizado por tener, junto al Real Madrid, los mejores jugadores de la Liga española. El conjunto blaugrana comenzó su época dorada de la mano de uno de los futbolistas más queridos y respetados en la historia del balompié mundial: Ronaldinho. El astro brasileño vistió de culé durante 6 temporadas, en las que consiguió diversos títulos, entre ellos una Champions League y un Balón de Oro.


El canarinho, como todo buen brasileño,  tenía una habilidad envidiable con la pelota, y entre diversos tipos de regates, su elástica fue la que más resalto de todas las jugadas, causando estragos en las defensas y aplausos en las tribunas.


Mención honorífica: La gravesinha de Gravensen

Y como mención especial, destacamos una jugada que ocurrió después de una de las tantas ruletas de Zidane en un partido de Liga en 2005, en la que Thomas Gravensen «sin querer» realizó una jugada que llamó la atención del espectador español gracias a que se viralizó en los medios de comunicación. La gravesinha ocurre por mera casualidad, en la que el jugador dánes después de recibir un pase de Zizou, arrastró la rodilla por el suelo causando un breve despiste en el defensa rival, lo que le ayudó a retener el balón y continuar con la jugada.