| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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La consulta de Pablo Iglesias: la pregunta que Podemos se negó a hacer

Interpretaciones de resultados al margen, lo que llama asombrosamente la atención es que el esperpento del lunes haya sido calificado por muchos como “ejemplo de ejercicio democrático”.

| Marcial Martelo Opinión

‏@Pablo_Iglesias: “Un 88,23% de nuestros militantes dicen NO al pacto Rivera-Sánchez. El PSOE debería preguntar ahora a sus bases sobre nuestra propuesta”.

La gran mayoría de los analistas políticos coincide: la estrategia política de Pablo Iglesias ha sido rotundamente confirmada por las bases de Podemos. Según parece, los números no dejan lugar a dudas puesto que el 88,23% de los militantes que participaron en la consulta -unos 150.000, que suponen casi el 40% del censo con derecho a voto— no quiere que el partido apoye el pacto firmado por Pedro Sánchez y Albert Rivera; y, además, el 91,79% está de acuerdo con su propuesta de Gobierno de coalición con el PSOE, IU-Unidad Popular y Compromís.

Interpretaciones de resultados al margen, lo que llama asombrosamente la atención es que el esperpento del lunes haya sido calificado por muchos como “ejemplo de ejercicio democrático”.

Recordemos las preguntas: “¿Quieres un gobierno basado en el pacto de Rivera y Sánchez?”, era una, y la otra, “¿Estás de acuerdo con la propuesta de gobierno de cambio que defiende Podemos, En Comú y En Marea?”.

O, lo que es lo mismo: tú, que has votado a A, ¿quieres que gobiernen B y C?; y tú, que has votado a A, ¿quieres que gobierne A?

O sea, que los militantes de Podemos han sido convocados para preguntarles si se reconocían unos majaderos y éstos -¡oh, sorpresa!- han respondido que no (bueno, una minoría, que la gran mayoría se ha quedado en casa, suponemos que por no haber logrado reponerse del hecho de que duden de su estabilidad mental aquellos mismos a los que han votado).

Obviamente, había una pregunta que sí hubiese podido convertir en una consulta democrática sincera a las bases de Podemos lo que no fue más que una burda tomadura de pelo: ¿eres partidario de que Podemos se abstenga en la votación de un Gobierno PSOE-Ciudadanos, al objeto de poder poner fin al gobierno de Mariano Rajoy?

Como es sabido, esta pregunta nunca se hizo. Una respuesta a la búlgara no era tan clara, y ya se sabe cuál es la máxima sagrada de los dirigentes de Podemos en tales circunstancias: no tratar a los votantes como si fueran idiotas y no olvidar nunca que lo son (naturalmente, para la cúpula podemita eso es lo que implica la posibilidad de llegar a pensar distinto).