| 20 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Maslaska e Illa durante una rueda de prensa este lunes.
Maslaska e Illa durante una rueda de prensa este lunes.

Sánchez reincide e incumple las seis normas de la UE para el desconfinamiento

La OMS ha dejado de publicar desde este lunes casos nuevos de España tras ocultar el Gobierno más de 18.000 positivos por test rápidos. Y encima el Gobierno tropieza en la misma piedra.

| Francisco Mercado España

 

El Gobierno de Pedro Sánchez ha sacado de paseo a más de 16 millones de personas, entre niños y adultos acompañantes. Lo ha hecho sin cumplir la hoja de ruta común europea para el levantamiento de las medidas de contención de la Covid-19, que marca las pautas previas a la desescalada: estabilización y reducción de los contagios y muertes, test masivos, control de los contactos, recuperación del sistema sanitario y aprovisionamiento de existencias.

La salida infantil supone que paseen diariamente 6,7 millones de niños. La mitad de las familias sólo tienen un hijo; el resto, dos; salvo una pequeña franja con tres o más. Esto eleva a casi 5 millones los padres que deben acompañar a los niños. Y si los padres rotan (o salen juntos, como algunos este domingo) puede doblarse tal cifra. En total, 10 millones de padres con licencia para pasear con 6,7 millones de niños. Más de 16 millones con permiso para desconfinarse en la España del coronavirus.

El Gobierno teme que el coronavirus contagie al 70% de la población

Salen sin una foto del total de españoles infectados. Más de 16 millones que pueden recircular nuevamente el virus: contagiar o contagiarse. No saben siquiera si son positivos. Tampoco lo sabe el Gobierno, que teme el contagio del 70% de la población. ¿Sigue el Ejecutivo la hoja de ruta de desconfinamiento de la UE? Si repunta el virus, ¿alegará que nadie le alertó como hizo con 40 avisos ignorados de la OMS? Toca cotejar la hoja de ruta de la UE con la actuación del Gobierno.

Fue publicada el 15 de abril. La firmaban la presidenta de la Comisión Europea y el presidente del Consejo Europeo. Urgía medidas previas al desconfinamiento para que no rebrote la tragedia. Se diseñó “a partir de los conocimientos y el asesoramiento facilitados por el Centro Europeo para la Prevención y el Control y el Grupo Consultivo de la Comisión sobre la Covid-19, y tiene en cuenta la experiencia y las perspectivas de una serie de Estados miembros, así como las orientaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Las medidas que se adopten deben basarse en criterios científicos y dar prioridad a la salud pública: la decisión de poner fin a las medidas restrictivas es una decisión política de múltiples facetas que implica sopesar los beneficios para la salud pública y otras repercusiones sociales y económicas”, exigía la UE.

Una niña pasea por la calle con su padre.

 

En España sopesar criterios científicos duró seis horas. Tiempo en el que el Gobierno cambió el criterio de salida infantil. Lo hizo por presión de científicos como Pablo Echenique, portavoz de Unidas Podemos. Fernando Simón descubrió en ese lapso que era más peligroso el supermercado que pasear.

“Los expertos en epidemiología consideran que, incluso con medidas de confinamiento, el virus sigue circulando y cualquier nivel de relajación gradual del confinamiento conducirá inevitablemente a un aumento de nuevos casos”, alertaba la UE. Y por ello fijaba los siguientes requisitos previos a flexibilizar el confinamiento:

1. “Criterios epidemiológicos que demuestren que la propagación de la enfermedad ha disminuido significativamente y se ha estabilizado durante un período prolongado. Esto puede indicarse, por ejemplo, mediante una reducción sostenida del número de nuevas infecciones, hospitalizaciones y pacientes en unidades de cuidados intensivos”.

España tiene cifras tan altas, las peores de Europa, que se maquillan. El Gobierno notificó a la OMS 6. 740 nuevos casos el domingo y 4.635 el viernes, pero brindó cifras inferiores en España (2.944 y 2.796 casos, respectivamente). ¿Cuál es la trampa? El Gobierno restó todos los positivos por test rápidos después de que este diario destapara su fracaso.

 

El Ejecutivo alardea de que ya anota diariamente más recuperados que infectados. Falso. Ha descolgado de las tablas más de 18.000 positivos por test rápidos, cuya cifra crecerá a medida que aumenten las pruebas. Sanidad los hurta del incremento diario y del total. Simón dice que lo hace porque los españoles entienden mal las tablas.

La OMS ha dejado de publicar los casos nuevos en España desde este lunes

El ocultismo ha generado un conflicto visible: la OMS ha dejado de publicar casos nuevos en España este lunes. Ha congelado la cifra total. Y da cero nuevos casos. Un milagro sanitario mundial basado en una trampa. El total de casos registrados en España este domingo según la OMS superaba en 12.000 los que publicaba ese día el Gobierno. Sánchez quería tranquilizar a la población de cara al desconfinamiento con una falsa foto del contagio.

2. “Suficiente capacidad de los sistemas de salud, por ejemplo, tasa de ocupación de las UCI, número adecuado de camas de hospital, acceso a los productos farmacéuticos necesarios en las UCI, reconstitución de existencias, acceso a los cuidados, en particular por parte de los grupos vulnerables, disponibilidad de estructuras de atención primaria, así como contar con suficiente personal cualificado para atender a los pacientes que abandonan los hospitales o permanecen en su domicilio y para participar en la aplicación de medidas para ir levantando el confinamiento (pruebas diagnósticas, por ejemplo).”

Un paciente sale de la UCI del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón en Sevilla. 

 

El sistema sanitario aún se recupera del desbordamiento. Más del 40% de los octogenarios enfermos no fue hospitalizado y un 98% no pisó las UCI. Faltan aún mascarillas para sanitarios, con 30.000 infectados. Ha rechazado pacientes por “desbordamiento”. Escasean respiradores que aún compra. No tiene personal para seguir pacientes fuera del hospital. No pudo atenderlos ni dentro.

Y lo que es peor: la UE prevé que con el desconfinamiento no sólo se producirá un incremento de casos por coronavirus, sino una “acumulación de intervenciones programadas y pospuestas temporalmente durante el pico de pandemia, por lo que los sistemas de salud de los Estados miembros deben haber recuperado capacidad suficiente en términos generales, y no sólo en relación con la gestión de la Covid-19”.

3. “Capacidad de seguimiento adecuada, como la realización pruebas a gran escala para detectar y vigilar la propagación del virus, combinada con el rastreo de los contactos y la posibilidad de aislar a la población en caso de reaparición y ulterior propagación de la infección. La capacidad de detección de anticuerpos, cuando se haya confirmado específicamente para la COVID-19, proporcionará datos complementarios sobre la proporción de la población que ha superado con éxito la enfermedad y permitirá en última instancia medir la inmunidad adquirida”.

Sanidad no tiene manera, a día de hoy, de seguir a los contactos de los contagiados

España no puede hacer seguimiento. Tras sus fallidas y tardías compras de test rápidos, ha localizado apenas 18.000 positivos y 1.900 asintomáticos. No ha tenido medios para fichar ni seguir a los contactos. Y como no los tenía, ordenó no hacerles seguimiento, contra el criterio de la OMS. Cuántos españoles tienen anticuerpos es un misterio tras mes y medio de confinamiento. La falta de test es evidente: se hace a 22 miembros de la UME y el 90% da positivo. Y uno de cada cuatro guardias civiles da positivo tras sólo 6.000 pruebas. El estado protector está tan infectado como la población.

4. “Recopilar datos y desarrollar un sistema sólido de comunicación: la recopilación y el intercambio armonizados a escala nacional y regional por parte de las autoridades sanitarias de datos sobre la propagación del virus, las características de las personas infectadas y recuperadas y sus posibles contactos directos son esenciales para gestionar mejor el levantamiento de las medidas”.

5. “Crear un marco para el rastreo de contactos y el envío de advertencias mediante la utilización de aplicaciones para dispositivos móviles que respeten la privacidad de los datos: las aplicaciones móviles que advierten a los ciudadanos del mayor riesgo que corren como consecuencia del contacto con una persona que ha dado positivo por COVID-19 son especialmente pertinentes en la fase de levantamiento de las medidas de contención, momento en que aumenta el riesgo de infección al incrementarse el contacto entre las personas”.

6. “Ampliar la capacidad de realizar pruebas: dado que no se dispone aún de una vacuna, la población debe estar lo más protegida posible de la infección. Por lo tanto, la disponibilidad de pruebas a gran escala que puedan proporcionar resultados rápidos y fiables es clave para hacer frente a la pandemia y, además, una condición previa para levantar las medidas de distanciamiento social en el futuro”.

Estas tres últimas medidas que exige la UE son ciencia ficción para el Gobierno. No puede recopilar, comunicar ni incluir en aplicaciones telefónicas lo que no tiene. Todo esto debió ser previo al desconfinamiento iniciado. Pero sufre un círculo vicioso: como no tiene suficientes test, no sabe cuántos infectados existen, al ignorarlo no puede fichar y seguir a sus contactos, y los casos aumentan.

Sólo hay una medida de la hoja de ruta de la UE que el Gobierno puede cumplir: la devolución del poder absoluto adquirido durante la pandemia. “Los estados de alarma generales deben ser sustituidos progresivamente por intervenciones más específicas de las administraciones. Esto garantizaría la rendición de cuentas democrática de las medidas adoptadas y una amplia aceptación por la población”. Pero el Gobierno, por ahora, está más centrado en localizar focos de desafección que en restaurar la plenitud democrática.