La hija de Lydia Bosch no quiere saber nada de su padre. Los Molina no existen

Si hay algo que la familia Molina lleva mal es no tener contacto con Andrea, la hija que Micky Molina tuvo con Lydia Bosch. La pareja protagonizó un tórrido romance que acaparó numerosas portadas. Se dio la circunstancia de que ninguno de los dos era libre cuando saltó la pasión. La actriz estaba unida a Iñaki Marimón y Micky estaba casado con Kirsa Van Pallen, madre de sus hijos mayores, Clara y Adrián. Sin embargo, la pasión pudo con todo y Lydia y Micky oficializaron su relación tras meses jugando al despiste.

Debido a su trabajo, Bosch y Molina habían coincidido en algunos rodajes. La química entre ambos fue buena pero no pasó a mayores. Sin embargo, cuando el destino les unió en la película Adiós, princesa, se miraron con los ojos del amor. Poco después, Lydia quedó embarazada. El nacimiento de Andrea llenó de felicidad a la pareja. Micky se puso manos a la obra para acelerar los trámites de separación de Kirsa para poder casarse con la catalana. En esos días, la actriz estaba muy unida al clan de los Molina.

Dicen que Lydia descubrió que Micky no tenía madera de padre ni esposo. No es que desatendiera a su chica y a su hija, lo que ocurría es que no renunció a las fiestas. Esto hizo mella en la pareja y acabaron separándose. Fue entonces cuando la catalana anunció que tomaría medidas legales contra los medios que abordaran su vida privada. Olvidó entonces que presentó a Andrea vía exclusiva, embolsándose diez millones de las antiguas pesetas.

La ruptura de Lydia y Micky se produjo en malos términos. El actor denunció que su ex no le dejaba ver a su hija. Los años pasaron y nada cambió. La actriz le decía a su ex que era Andrea quien no quería verle. Sobre este punto, Molina afirmó que habían hecho un buen trabajo con la niña para que no quisiera saber de él. También reconoció que en ocasiones no cumplió con la pensión de manutención que el juez impuso para Andrea. Se justificó expresando que las cosas, a nivel laboral, no habían ido bien y agregó que, en parte, en esto había tenido que ver la vida desordenada que llevó durante mucho tiempo.

Los años pasan y todo sigue igual entre Andrea y Micky. Ni se ven, ni se tratan, ni mantienen contacto alguno. Aunque la joven actriz asegura que sí se relaciona con algunos miembros de la familia Molina, la realidad es completamente opuesta. De hecho, cuando sucedió aquel desagradable episodio con el marido de su madre, Alberto Aguilera, que dio origen al divorcio, los Molina se interesaron por saber cómo estaba. No pudieron hablar con ella porque no tenían su número de teléfono. Consiguieron su e-mail y se ofrecieron para ayudarla en lo que necesitara. Ella les respondió, de forma educada pero distante, dándoles las gracias. Y lo hizo cuando ya había pasado la tormenta mediática.

Durante algún tiempo, Andrea se presentaba en redes sociales utilizando el apellido de su madre, Boquera, eliminando así el Molina. El hecho de que esto fuera objeto de críticas hizo que, aconsejada por su progenitora, rectificara y mostrara su perfil bajo el nombre de Andrea Molina Boquera. Es más que posible que la joven actriz solo conozca una versión de lo que entre sus padres existió. No estaría de más que escuchara la que puede ofrecerle su padre y el resto del siempre unido clan Molina, que siguen esperando a que aparezca y sea una más de la familia.