Roures amplía su poderío y se compra el "imperio" de Andreu Buenafuente

Andreu Buenafuente tiene nuevo jefe. Y David Broncano también. Y todas y cada una de las estrellas y trabajadores de una impresionante nómina de programas en distintas cadenas de televisión, nacionales y autonómicas: La resistencia, Late motiv, Nadie sabe nada, LocoMundo, Mira lo que has hecho, El grupo, Preguntes freqüents, Roast battle o Assumptes interns.

Todos los que allí trabajan tendrán por patrón a Jaume Roures, el controvertido y brillante propietario de Mediapro, una de las mayores empresas audiovisuales de Europa, a quien se relaciona siempre, no obstante, con el independentismo catalán y con el populismo.

Sea así o no, su éxito como propietario de buena parte de los derechos de fútbol, como promotor de La Sexta en su día y como productora de cabecera de TVE o TV3 o como editor del diario Público, durante años le ha permitido cerrar la adquisición de la empresa de Buenafuente, El Terrat, de gran éxito en audiencias pero en una situación económica como poco débil.

Los críticos de TVE denuncian que Jaume Roures se forra a costa del ente público

La posibilidad estaba abierta desde hace meses, el runrún en el sector era enorme, pero ahora la compra se ha confirmado, al menos según Crónica Global, el periódico digital barcelonés más claramente alineado contra el separatismo al que Roures, sin embargo, mira con algo más que simpatía.

El Terrat de Buenafuente ha pasado una larga crisis, como tantas otras empresas de España, llegando a acumular una deuda cercana a los 9 millones de euros, pese a una facturación creciente que en el último ejercicio rondó los 21 millones.

Con despidos de por medio y el propio Buenafuente poniendo en peligro su patrimonio personal para enjuagar las deudas, la compañía de Roures se hará cargo del pasivo y, a buen seguro, lanzará nuevos formatos desde esa marca.

Que tiene en su catálogo productos tan conocidos como La Resistencia, en Movistar, o el más que polémico Preguntas Frecuentes, en TV3, señalado como auténtico altavoz del soberanismo, capaz de tratar como su gran estrella invitada a Arnaldo Otegi, en fechas bien recientes.