| 27 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Jorge Rodríguez (centro)
Jorge Rodríguez (centro)

Jorge Rodríguez for president

La fuerza de los resultados en sus respectivas elecciones primarias ha hecho que Pedro Sánchez y Ximo Puig sean por fin conscientes de que van en una barca que no conviene incendiar.

| Vicente Climent Edición Valencia

Así pareció evidenciarse durante la recentísima visita al Palau del secretario general del PSOE, de una hora de duración (la mitad que la de la visita también reciente de Puig a Rajoy). Sánchez salió de la sede de la Generalitat asegurando que va a hacer suyas las peticiones de Ximo Puig en materia de infraestructuras y financiación para la Comunidad Valenciana, Comunidad que de momento no ha merecido figurar en el selecto club de las autonomías “históricas” enumeradas unos días antes por el líder socialista.

Las relaciones institucionales entre el presidente de la Generalitat y, por un lado el presidente del Gobierno, y por otro, el líder del principal partido de la oposición, parecen restauradas. El tiempo dirá si de ello se deriva algún beneficio concreto para los valencianos.

Pero las cuestiones orgánicas son otra cosa. Habrá que recordar que Sánchez ganó las federales gracias especialmente a un valenciano crítico con Puig, José Luis Ábalos, secretario general provincial en Valencia y ahora secretario federal de organización, y Puig las autonómicas gracias entre otros a Jorge Rodríguez, coordinador de su campaña, portavoz del PSPV, alcalde de Ontinyent y presidente de la Diputación de Valencia.

Ahora toca renovar mediante los correspondientes congresos las cúpulas provinciales del partido socialista. Y aunque es obvio que Ábalos no continuará al frente de la provincial porque bastante tiene con la organización federal, no está tan claro que los sanchistas no intenten retener esa cuota de poder.

De momento ya corre la liebre de Mercedes Caballero, diputada y siempre fiel escudera de Ábalos, aunque lo más probable es que sea una baza negociadora. Porque el que tiene más opciones para quedarse con el cargo es el ya mentado Jorge Rodríguez, para algunos el delfín de Puig, y paradójicamente para algunos próximos a Puig (el llamado “clan de Gandía”) una pieza a cobrar por pasados agravios.

Como Rodríguez tampoco se significó especialmente en las primarias españolas (sí en las valencianas) los sanchistas podrían acabar aceptándolo antes incluso que algunos ximistas pero a cambio de puestos clave en la nueva ejecutiva provincial e incluso en la local de Valencia. De ahí el lanzamiento del nombre de Caballero, a la que no se le conocía especial interés por el cargo.

Rodríguez parece haber superado por su parte el período de quedarse como está y, por lo tanto, estar dispuesto para dar el paso, siempre y cuando haya un mínimo consenso en torno a su nombre y se den una serie de circunstancias.

Las principales, seguir siendo el presidente y candidato a presidenre de una Diputación que su propio partido cuestiona (ésa y todas) mientras no haya mejores vacantes, y no tener enfrente en el proceso electoral primario a ningún peso pesado del socialismo valenciano.