La portavoz parlamentaria del PSOE se viene arriba en el Día de la Rosa y, tras divagar sobre la Constitución, recibe una tunda memorable en Twitter.
"La Constitución se defiende reformándola, haciéndola moderna, feminista, europea. Un reflejo de la España que hemos construido entre todos y todas". La frase es de Adriana Lastra, portavoz socialista en el Congreso de los Diputados, y la ha pronunciado en el transcurso del Día de la Rosa del PSOE navarro.
En sí misma, no dice nada, ni bueno ni malo, y tal vez ése haya sido el problema: su indefinición, sustituida por eslóganes bienintencionados, en un momento en el que se discute la integridad territorial de España o su estructura institucional, con la Monarquía parlamentaria como emblema.
El caso es que el discurso de la dirigente socialista no ha gustado nada cuando su propio partido lo ha difundido en redes sociales a través de su perfil, en principio destinado a seguidores dispuestos a suscribir los mensajes allí vertidos. Pero ni así. La tunda subsiguiente ha sido histórica, pese a que el PSOE supuestamente jugaba en casa.
Solo queréis reformar la CE para darle a vascos y catalanes todo lo que os piden para seguir en el poder... Vergüenza!!!
— fratari (@franciscotr78) 28 de octubre de 2018
Claro que si !!! Vamos a reformarla para prohibir a los partidos que atentan contra España, que buscan su destrucción y que sus dirigentes sean juzgados por alta traición a la patria.. supongo que estaréis de acuerdo??
— Enrique Fernández (@Enrique54300325) 28 de octubre de 2018
— Carlos (@Carlos41962573) 28 de octubre de 2018
¿Haciéndola feminista? ¿Es esa la solución para defenderla? La Constitución se defiende echando a quien colabora con los golpistas, entre ellos el que señaló el Sr. Casado.
— El Observador (@Pabernosmatao2) 28 de octubre de 2018
Es una leve muestra del tsunami de críticas recibidas por Adriana Lastra, que no tuvo reparos en dedicar el resto de su intervención, sin Pedro Sánchez presente, a atacar con dureza al PP y relacionarle con la ultraderecha. No le valió para esquivar la severidad tuitera de la práctica totalidad de sus comentaristas.