| 05 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Mireia Boya durante su declaración en presencia de su abogado.
Mireia Boya durante su declaración en presencia de su abogado.

Mireia Boya (CUP) revela que el 20-S corrió el alcohol a las puertas de Economía

La exdiputada de la CUP ha reconocido en el juicio del procés en el Supremo que se subió a un coche de la Guardia Civil para dirigirse a los manifestantes porque era un "buen atril".

| ESdiario España

La semana en el juicio del procés ha empezado con la declaración como testigo de Mireia Boya, exdiputada de la CUP, que ha comparecido ante el juez Marchena con su abogado al estar inmersa en otro proceso judicial. Concretamente el que se sigue en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña contra los miembros de la Mesa del Parlament por desobediencia. 

Boya, que participó en las protestas callejeras por los registros del 20 de septiembre en varias consejerías, especialmente en la de Economía, ha reconocido sin ningún pudor que se subió a un coche de la Guardia Civil de los que resultados dañados en el tumulto.

Pero, según ella, lo hizo únicamente para desconvocar la manifestación, porque desde ahí y con el megáfono en la mano podía dirigirse mejor a los concentrados. Era "un buen atril". Estaba acompañada por también diputada de la CUP -entonces- Eulàlia Reguant.

Boya ha introducido un nuevo elemento en las manifestaciones independentistas del 20-S: el alcohol. Al relatar los motivos para disolver las concentraciones, la exdiputada, sin darse cuenta, ha contado que había gente bebiendo y eso podía acabar derivando en problemas. "La gente bebe alcohol y en algún momento podía descontrolarse", ha dicho textualmente.

No obstante, según ella la CUP no era partidaria de dar por terminadas las protestas, como pidieron los Jordis. Y de hecho discutió con Jordi Sánchez hasta que éste le convenció.

Ni los abogados del Estado, ni la Fiscalía, ni tampoco la acusación popular han querido preguntar a Boya, que ha acudido citada por la defensa de Jordi Cuixart.