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Una dirigente del PDeCAT salva a Felipe VI de ser humillado y casi se la comen
La presidenta de la Diputación de Barcelona, Mercè Conesa, es ya oficialmente una "botifler" (traidora) por impedir que el Rey sea declarado persona non grata en toda la provincia.
Mercè Conesa es alcaldesa de San Cugat del Vallés, presidenta de la Diputación de Barcelona y, desde este jueves, la mayor botifler (traidora) desde el exconseller Santi Vila, con quien ya hay quien la compara.
El delito de Conesa, para más inri presidenta del Consejo Nacional del PDeCAT, ha sido impedir que la Diputación que ella encabeza declare persona non grata a Felipe VI y toda la Casa Real en Barcelona. Con todo lo que ha dicho su jefe de filas, Carles Puigdemont, del monarca.
Se trataba de una moción de la CUP debatida en el Pleno de este jueves, no sin polémica. La votación acabó empatada a 13 votos, puesto que la CUP y ERC votaron sí; el PSC, el PP y C's votaron no; y la antigua CiU y la Entesa se abstuvieron.
Con este resultado, la presidenta de la Diputación tuvo que hacer uso de su voto de calidad y decantó la balanza en favor del no. "Durante mi mandato no declararé persona non grata a nadie, creo que no tengo la potestad ni es mi función", afirmó. "No corresponde a esta administración posicionar la voluntad de todos los municipios del territorio", añadió.
La moción pedía asimismo retirar todas las medallas y honores que la Monarquía hubiera recibido de la Diputación y de todos los municipios que la integran, para mayor escarnio. Pero la CUP y ERC se dieron de bruces con su presidenta.
No es la primera vez que los antisistema intentan declarar non grato al Rey y fracasan. En octubre lo intentaron en el propio Ayuntamiento de Barcelona, donde ya lo habían intentado previamente en julio de 2016.
Si los independentistas radicales no tenían ningún cariño a Felipe VI, después de su discurso televisado dando vía libre a Mariano Rajoy para aplicar el 155, menos aún.
Precisamente este viernes los Reyes Los Reyes presiden la reunión semestral del patronato de la Fundación Princesa de Girona, pero en el Palacio Real, no en tierras catalanas. Es la primera que se celebra tras la decisión de la Cámara de Comercio de Gerona, uno de sus fundadores, de retirarse de él.
