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En su momento más bajo, Belén Esteban pierde los nervios ante su hija Andrea
Como paciente de riesgo que es la princesa del pueblo lleva el confinamiento a rajatabla desde el principio pero no se puede decir que esté pasando por su mejor etapa a juzgar por los hechos
Se ha convertido en una de las secciones más queridas para los espectadores de Sálvame desde que comenzó la pandemia. Como paciente de riesgo que es, Belén Esteban se encerró en casa al comienzo de la cuarentena y desde allí sigo "trabajando" para su programa con una nueva sección de recetas por videollamada que hacían las delicias tanto del público como de sus compañeros en plató.
Sin embargo, este jueves estaba un poco baja de ánimos en su conexión. Algo que no le impidió venirse arriba cantando que iba a hacer churros: aunque no los había cocinado en la vida quería dedicárselos a todos los madrileños.
Eso sí, la princesa del pueblo explicó que había que tener muchísimo cuidado a la hora de freírlos por el aceite: “Pueden explotar”. La receta era sencilla, eso sí: pones agua a hervir y luego la mezclas con la misma cantidad de harina.
El primer obstáculo llegó amasando porque estaba hirviendo. “¡Ay que me quemo! ¡Ay que me quemo!”, decía la colaboradora metiendo las manos bajo el grifo cada cinco segundos. Pero lo peor estaba por llegar....
Ella estaba feliz con su máquina de hacer churros (que casi no llega a tiempo para su sección) sin embargo, no quería encajar y hasta se tuvo que interrumpir la conexión un pelín para que le echara un cable su hija Andrea, que es quien le graba durante la sección.
Una y otra vez lo intentó hasta que se dio por vencida, cabreada y llorosa: “¡Lo dejo!”. Sin embargo, no hubo que esperar a la semana que viene, porque Esteban lo intentó de nuevo y tuvo un gran exitazo.
