| 20 de Abril de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse
Monasterio, con Abascal y Ortega Smith
Monasterio, con Abascal y Ortega Smith

Rocío Monasterio, el animal político que desquicia al establishment "progre"

Aquitecta, sin complejos, contundente y tranquila; la probable candidata de VOX en la Comunidad de Madrid agita el tablero político con un discurso claro y estructurado.

| Antonio Martín Beaumont Opinión

 

 

El pasado domingo acudí con cierta curiosidad al acto que Vox organizó en Móstoles. Lo protagonizaban cuatro mujeres (Eulalia López, coordinadora del partido en Móstoles; Mayte López, coordinadora de la zona de Navalcarnero; María Ruiz, miembro de la Ejecutiva Nacional y concejal en Villaviciosa de Odón; y Rocío Monasterio, “lideresa” de Vox en Madrid). Toda una noticia, cuatro mujeres, para un partido al que se acusa con tanto ahínco de estar abriendo las puertas al machismo.

Confesaré que fui con cierta prevención. Desde el acto de presentación pública del partido verde en enero de 2014, donde Santiago Abascal y Cristina Seguí, entre otros, expusieron los motivos por los que algunos desgajados del PP iniciaban su caminata en soledad por el desierto de la política, no había vuelto a ningún evento de Vox.

No era eso

Y, la verdad, después de lo escuchado estas semanas sobre ellos: “maltratadores de mujeres”, “xenófobos”, “homófobos”… pensé que podría encontrarme allí con un grupo de skinheads dispuestos a incendiar España, bate de béisbol en mano, comandados por Abascal tocado con el morrión de los Tercios de Flandes. No era eso, por supuesto.

Lo único violento que encontré fue, a las puertas del acto, un grupo de radicales de izquierda cercado por la policía e insultando a quienes entraban tranquilamente.

 

 

Sí me topé luego, ya dentro, con un auditorio de españoles muy corrientes preocupados por la situación política que viven y dispuestos a resolverla votando en las elecciones. Lo normal en una democracia consolidada.

Eso sí, enarbolando con orgullo la bandera de España y agitándola al son de cada pasodoble que retransmitía la megafonía. Mucha gente de siempre del PP y Cs que ahora está en otro sitio. Un considerable número de jóvenes ilusionados. Nada extraño.

Pero alguien sí me sorprendió: Rocio Monasterio. La presidenta de Vox en Madrid es una mujer con un discurso potente, bien estructurado, que no tiene miedo a la hora de enfrentarse a las ideas que la izquierda ha implantado en la sociedad como dogmas indiscutibles. Sabe confrontar. Todo un gozo para la democracia mediática que vivimos. Un crack para romper shares de audiencia.

Es una mujer capaz de llegar a públicos muy amplios. Aire nuevo para la política el que trae, curiosamente, una arquitecta

Sus palabras anti-establishment contra los “caciquitos” culpables de que tengamos que trabajar más horas, sin poder conciliar familiarmente, para pagar impuestos abusivos, su denuncia de “los chiringuitos que se lo llevan crudo” mientras dejan desprotegidos a mujeres maltratadas, homosexuales o a quienes se ven obligadas a abortar por necesidad, su energía a la hora de defender la igualdad y libertad de todos, ya sean mujeres y hombres, vivan en un sitio u otro, aunque pueda parecer inaudito, son “rara avis” y una novedad política tras años de convivir con un centro derecha con demasiados complejos.

Los razonamientos de Rocío Monasterio se dirigen directamente a una “sociedad silenciosa”, a la España real, que padece ese pensamiento único dominante que tantas veces coarta la libertad de la mayoría oponiéndose al sentido común. Es una mujer capaz de llegar a públicos muy amplios. Aire nuevo para la política el que trae, curiosamente, una arquitecta.