En el más de medio mes que lleva operando el Gobierno de coalición, el titular de Consumo ni siquiera ha tenido agenda. Se intuía que la suya iba a ser una cartera menor pero, ¿tanto?
Alberto Garzón entró en el Gobierno con calzador, puesto que hubo que crear un ministerio inédito para él como cuota de Izquierda Unida -el de Consumo-, y va camino de convertirse en el ministro invisible.
Ha pasado más de medio mes desde que los miembros del nuevo Consejo de Ministros tomaron posesión de sus cargos el pasado 13 de enero. A estas alturas, y después del aterrizaje, todos están metidos ya en harina y tienen actividad diaria en su agenda. Todos menos Garzón.
El también coordinador general de IU apenas se ha estrenado como ministro de Consumo. En estas más de dos semanas, todo lo que ha hecho aparte de trabajo de despacho ha sido dar una entrevista a Ana Pastor el domingo 19 en El Objetivo.
Eso y acudir junto a su mujer el pasado sábado a la ceremonia de los Goya en representación del Gobierno. Y la alfombra roja ni siquiera le lució, puesto que a la gala celebrada en Málaga acudió el propio Sánchez, así que los focos fueron para el presidente del Gobierno de coalición.
Alberto Garzón, el día en que prometió su cargo de ministro de Consumo. Después, poco más.
Al margen de eso, la agenda de Garzón que envía diariamente La Moncloa ha estado y sigue vacía desde el 13 de enero en que prometió su cargo "con lealtad al Rey"; al que se refirió como tal y no como "ciudadano Borbón", como venía siendo costumbre en él.
Las atribuciones del Ministerio de Garzón siguen siendo un misterio, más allá de que tendrá control sobre las casas de apuestas. Y que pretende poner un impuesto a la comida basura.
A Consumo, desgajado del Ministerio de Sanidad, se le considera una cartera menor, y de hecho ni siquiera tiene en su organigrama una sola secretaría de Estado. Tiene la Secretaría General de Consumo y Juego, con rango de Subsecretaría. Y dos direcciones generales: de Consumo y de Ordenación del Juego.
Así pues, la proyección de Garzón en este Gobierno es más bien discreta.