| 28 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Pedro Sánchez, en Moncloa
Pedro Sánchez, en Moncloa

Pedro Sánchez recibe ya "presiones" para impulsar un cambio de ministros

El mensaje de impulsar una crisis de Gobierno llega al primer despacho de Moncloa con fuerza, pero no está nada claro que el presidente tenga voluntad alguna de escucharlo.

| Antonio Martín Beaumont Opinión

 

 

Los teléfonos de ministros y dirigentes del PSOE han sonado de manera frenética. El delicado momento de la coalición con Podemos ha alimentado las aclaraciones. Los morados, a ojos socialistas, han embarrado de manera zafia el sprint final de los Presupuestos Generales. Los “disgustos” han alcanzado a los diputados de a pie. Pese a compartir bancada en el hemiciclo, se ha apreciado un alejamiento entre los socios.

“Los socialistas deben recibir una lección de gobernar en coalición”. El mantra, cual eco repetido, ha resonado en las esquinas donde hay un cercano a Pablo Iglesias. Han lanzado su aviso, sin detallar otros pasos. Pero los tienen en cartera.

Mientras, Pedro Sánchez y su guardia de corps desoyen las quejas. Quieren hacer como si nada. Mejor simular que no han oído, aunque han puesto en jaque el proceder de su socio a golpe de símiles futbolísticos:

“Iglesias podrá ganar amistosos, pero Sánchez se ha reservado la Champions”. Y es que la visión de la pugna que tienen los socialistas dista mucho de la que muestran las huestes moradas.

 

Para los primeros, ellos son, con 120 escaños, el verdadero sostén del Gobierno. Para los segundos, sus 35 diputados están llamados a examinar constantemente a los socialistas con su batería de reivindicaciones. Podemos ha hallado además un filón en su interlocución con Bildu que, lejos de representarle un baldón, cohesiona sus filas, al tiempo que fractura al PSOE.

Comienzan a oírse con insistencia poderosas sugerencias al presidente para que afronte una crisis de Gobierno

Junto a los bilduetarras y ERC ya ha armado un bloque de presión de 53 parlamentarios. “Palabras mayores para Sánchez”, tal y como han reconocido algunos próximos a Iglesias.

Si la avalancha de pulsos era ya abundante, ha aumentado en número y dimensión en las últimas semanas. No obstante, Sánchez aparece, a decir de su propio entorno, “más crecido que nunca” viendo en su mano las cuentas públicas.

En privado siempre

Y ello pese a que comienzan a oírse con insistencia –siempre en privado— poderosas sugerencias al presidente para que afronte una crisis de Gobierno. Quienes están en esa tesis le piden meter aire fresco en el Consejo de Ministros para arrancar con bríos nuevos el año 2021. Eso sí, también se escucha que el mandamás socialista hace oídos sordos.

El tira y afloja está servido. No es sencillo encajar las piezas del puzzle extendido por Sánchez. Afrontar a la vez las tres grandes crisis (sanitaria, institucional y económica) en las que está inmerso el país, y hacerlo con aliados que son declarados enemigos de España, es vivir políticamente en un constante guirigay.