| 20 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Otegui, en la noche electoral, celebrando el resultado de Bildu
Otegui, en la noche electoral, celebrando el resultado de Bildu

¿Qué nos ha pasado?

O hacemos algo o cada vez el constitucionalismo irá a menos, hasta que casi desaparezca y todo sea PNV y Bildu. 

Hemos fallado como sociedad. Sí, así lo digo. Al menos hemos fallado aquellos que creemos en la Constitución, la concordia y la unidad de España, seamos de izquierdas o derechas. Hoy en el Parlamento Vasco se van a sentar 22 diputados de Bildu, fuerza que incluye a cómplices y herederos de Batasuna-ETA. 22, los mismos que años hace que asesinaron a Miguel Ángel Blanco. Y han conseguido su acta en unas elecciones celebradas en las mismas fechas de su vil secuestro y ejecución 

 

¿Qué ha pasado para que los de las manos blancas sumen todos juntos menos escaños que los que en su día eran verdugos o les justificaban? Los escaños de PP, Vox y PSOE juntos son menos que los de Bildu. Incluso incluyendo a Podemos en el grupo como fuerza de ámbito nacional, seguirían siendo menos... ¿Pero qué ha pasado? ¿Qué ha pasado para que un partido liderado por un ex preso -que no se presenta porque sigue inhabilitado- y que tiene a otros tres ex presos por terrorismo entre sus diputados electos, tenga ese éxito electoral? 

 

No, la gente no se ha vuelta etarra de repente. No hay un 28% de electores vascos que son etarras. Eso es un análisis simplista, como decir que todos los que votan a Compromís son catalanistas o a Vox de la ultraderecha. Eso es echar la culpa a los otros sin ver la culpa propia. Hay algo más, y los constitucionalistas deben reflexionar. 

 

Debemos analizar por qué Bildu es una opción atractiva para los jóvenes vascos, como decían aquellos jóvenes del vídeo viral que les iban a votar, con toda la tranquilidad, sin saber lo que lleva detrás esa sigla. Debemos preguntarnos por qué los jóvenes de hoy no saben quién fue Miguel Ángel Blanco, o Fernando Buesa, o Gregorio Ordóñez, pero en cambio se pasan el día oyendo hablar de Franco como si se presentara a las elecciones -aquí buena parte de la izquierda contribuye mucho-.

 

Debemos preguntarnos si por el interés de la poltrona de unos que necesitan sus votos se blanquea a Bildu, se oculta lo que son o no se informa de cómo siguen haciendo entre otras barrabasadas homenajes a terroristas. Debemos cuestionarnos por qué siguiendo la noche electoral en determinadas cadenas de televisión se escandalizan porque Vox saque un escaño en el País Vasco pero les parezca lo más normal que haya 22 de Bildu. 

 

Tenemos que reflexionar si los constitucionalistas en el País Vasco se han resignado a vivir este estatus quo de predominio del PNV y Bildu. Y eso se ve en los datos perfectamente. En el año 98 el PNV sacó 22 escaños con 350.000 votos y el domingo sacó 31 escaños con el mismo número de votos. ¿Que ha pasado? Muy fácil, la participación en el 98 fue del 70% y en 2020 ha sido del 54%. ¿Quién no ha ido a votar? Los constitucionalistas. Los del PNV y Bildu fueron todos. 

 

Constitucionalistas que sí votan en elecciones generales, donde el PSOE saca más que Bildu. Pero el domingo los socialistas sacaron la mitad de escaños que los herederos de Batasuna. Por tanto, no es que todo el mundo se haya hecho nacionalista, ya sea del PNV o Bildu, sino que los que no lo son han tirado en parte la toalla en las elecciones autonómicas. 

 

Aquí es donde debemos reflexionar todos los constitucionalistas, de izquierda o derechas, qué hacer para que lo no nacionalistas tengan un proyecto que les motive en el País Vasco. Que les haga volver a salir a las urnas y no resignarse. Un proyecto que entienda la situación singular vasca. O hacemos algo o cada vez el constitucionalismo irá a menos, hasta que casi desaparezca y todo sea PNV y Bildu.